En los últimos años hemos vivido un renacer dorado de estilos gráficos y mecánicas que parecían olvidadas. Nuestras queridas aventuras gráficas, los plataformas pixelados y los distintos juegos de rol son un claro ejemplo de que lo añejo está presente en nuestros corazoncitos con mucha fuerza. Legend of Grimrock es una joya entre este mercado que alude a nuestra juventud para vendernos productos de verdadera calidad.
En 2012 los chicos de Almost Human lanzaron al mercado este Dungeon Crawl que bebe directamente de maravillas como Eye of the Beholder. Con nuestro grupo de 4 personajes deberemos escapar de una mazmorra llena de peligrosos enemigos y numerosas trampas, siempre limitados por nuestros movimientos en las cuatro direcciones y desplazamientos laterales. Nada de libertad para mover la cámara y a nuestros héroes, eso son mecánicas demasiado avanzadas.
En esta aventura lleves 5 minutos o 30 horas una simple seta te puede aniquilar
Tenemos la posibilidad de elegir entre 4 valientes personajes con sus distintas habilidades, aunque esto no es obligatorio. Nuestro grupo puede constar de menos miembros, haciendo la travesía bastante más complicada. Si queremos rizar el rizo, el juego nos propone eliminar el mapa, con lo que tendremos que tirar de libreta a cuadros y un lápiz. Desde un primer momento todo se deja a nuestra elección, como la raza, la clase o distribuir los puntos de experiencia. Se tornará esencial el tener un equipo balanceado para no quedarnos sin posibilidad de avanzar en mazmorras futuras.
Legend of Grimrock no es un juego sencillo, no pretende serlo. Hayamos tomado la decisión de ir lápiz en mano o con el tabulador para conocer nuestra ubicación en todo momento, la aventura es harto complicada. Desde que comenzamos y los primeros caracoles nos ataquen, tendremos la sensación de peligro. Cada paso puede ser el último, cada nueva localización trae secretos y casi siempre serán desagradables.
Una vez tenemos configurado nuestro grupo es el momento de enfrentarse a los enemigos, que no son pocos. Nada más empezar daremos de lleno con el socorrido caracol, ese animal que en nuestras vidas tiene poca importancia, pero que el Legend of Grimrock es fundamental. Al principio lo odiaremos, ya que es muy fuerte, más adelante soñaremos con encontrarnos con alguno, ya que nos proporcionarán comida.
Las debilidades de nuestros personajes serán muchas, por momentos demasiadas y no disminuirán en ningún momento, como suele ocurrir en algunos juegos de rol cuando nuestro nivel es elevado. A la necesidad de eliminar enemigos para obtener experiencia, se unen el hambre, que nos puede costar la vida y el peso de nuestro equipo, que nos hará lentos de movimientos y más propensos a consumir energía. Una carga pesada puede ser peor que un envenenamiento.
Quizás el punto más interesante del juego sean los secretos. Cada palmo de la mazmorra debe ser examinado para no perdernos un pasadizo escondido o un camino alternativo que nos otorgue recompensas. Es por eso que nuestros ojos estarán mas centrados en mirar a las paredes que lo que tenemos delante. Y esto no es más que otra zancadilla que nos pone el juego, ya que esta distracción constante creada por nosotros mismos ayuda a que los enemigos nos golpeen y acorralen con gran facilidad.
Estos misterios se podrán resolver de forma visual, ya sea pulsando un interruptor o lanzando un hechizo y en otras ocasiones por nuestra deducción. Numerosos pergaminos nos servirán de guía para completar pequeñas misiones, incluidas algunas fundamentales, como avanzar por un pasillo que parece no tener fin. La grandeza de este título está justo ahí, que a pesar de tener decenas de secretos consiguen en cada momento que sean originales y cada vez más complejos. En este sentido las puertas de hierro suponen verdaderos retos a nuestra inteligencia, pero por suerte traerán grandes recompensas.
Pero Legend of Grimrock no es un juego perfecto, aunque en su particular planteamiento se acerque a conseguirlo. Hay momentos en los que se desespera al jugador de manera discriminada, con apariciones de enemigos de forma inesperada cuando no deberían aparecer. Da la sensación que usan la técnica de “lo hizo un mago“. Por otro lado la poca variedad en los diseños, tanto de mazmorras como de enemigos, hace que por momentos tengamos la sensación de que se repite todo demasiado y que al final acabamos usando una y otra vez la misma fórmula para eliminar enemigos.
En definitiva, Legend of Grimrock es un gran juego, complejo como pocos, con muchas horas de diversión (y sufrimiento), que tiene la gran virtud de engancharnos sin piedad. Por otra parte tiene ciertas cosas que pulir y esperamos que así lo hagan para la anunciada segunda parte.