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Análisis: Far Cry 3

Análisis: Far Cry 3 1

   Surcaba un río en mi moto de agua cuando vi un cervatillo abrevando en la ribera. Consciente de que necesitaba su piel e intentando no pensar en la mamá de Bambi decidí atropellarlo. Ni el incauto ciervo ni yo contábamos con que esos nenúfares entre los que sumergía el hocico pudiesen ser otra cosa. Emulando un documental de La 2, un cocodrilo emergió rápidamente de entre las aguas y destrozó al rumiante con un ataque feroz. Yo ya me encontraba a sólo unos pocos metros y apenas pude esquivar el espectáculo con un giro brusco. Al final no me pude hacer una mochila con piel de ciervo, pero sí una cartera de la que Cocodrilo Dundee se sentiría orgulloso. Lo importante aquí es que he jugado unas 30 horas a Far Cry 3, conozco a varias personas que también lo han hecho y, entre todos, ¿sabéis cuántas veces hemos visto a un cocodrilo de los que acechan entre los juncos conseguir cazar un animal? Una.

   Es decir, sólo yo he visto eso, pese a que me pasé mucho tiempo observando cocodrilos y animales beber. Tampoco he visto muchas veces a familias de dragones de Komodo persiguiendo rebaños de tapires o manadas de rayas emigrando a aguas más frías. Pero lo he visto. Uno de los principales méritos de Far Cry 3 es que no sólo ha creado una jungla prodigiosa a nivel visual, sino que ha sabido dotarla de una vida creíble. Y es creíble precisamente porque evita dejarse llevar por el logro que supone la calidad de su recreación para dosificarla de una manera correcta. De esta forma conseguirá una buena ambientación aún cuando técnicamente los años no hayan pasado en balde.

Fire Cry 3
Análisis: Far Cry 3 3

   Pero Far Cry 3 también funciona a nivel jugable. Empecemos por lo mejor del juego; la isla. Aquí la clave entiendo yo que se encuentra en cómo el juego te motiva para que cumplas objetivos no imprescindibles y en cómo, una vez cumplidos, te sabe recompensar consecuentemente. Disfrutar de su escenario es lo mejor que ofrece el juego y, consciente de ello, motiva a escalar unas torres que te permitirán desbloquear el mapa cercano. Tú ya podías recorrer esa zona, pero ahora sabes qué animales hay ahí, qué campamentos enemigos, qué zonas secretas y un largo etcétera. Contemplas las espectaculares vistas y, después, desciendes en tirolina en casi cualquier dirección para dirigirte a hacer lo que en ese momento más te apetezca.

   Y lo que más te apetecerá normalmente será asaltar campamentos enemigos que te permitan desahuciar a los malvados piratas de esa zona. Es seguramente lo más divertido del juego. Y es que cada base ofrece multitud de formas de ser afrontada, pero nunca todas, así que no siempre podrás usar el rifle de francotirador desde una distancia segura o liberar a una bestia enjaulada por los corsarios. Siempre habrá varias formas de entrar y salir; podrás optar por arriesgarte con la silenciosa desactivación de alarmas, las sigilosas y limpias ejecuciones a machetazos o la acción directa y furiosa de tu fusil. Así que una acción tan repetitiva a priori como atacar un campamento tras otro acaba siendo estimulante y divertida y, además, premiada con el poder pasear libremente por la zona, poder viajar rápidamente a dicho campamento, desbloquearlo como lugar donde comprar y vender y conseguir unas cuantas misiones secundarias. Y por supuesto, todo lo mencionado, sirve para ganar experiencia.

Car Cry 3, o lo que en Cuba se conoce como un concesionario de coches de lujo.
Análisis: Far Cry 3 4

   La experiencia sirve para desbloquear nuevas habilidades lo cual resulta muy importante ya que no sólo nos harán más resistentes o más rápidos, sino que a menudo nos darán realmente nuevas habilidades que variarán nuestra forma de jugar. Hablo de cosas como poder quitar el cuchillo del cinturón al pobre diablo que estás apuñalando por la espalda y lanzárselo a algún otro desgraciado, por poner un ejemplo. Gracias a estas habilidades el juego consigue que intentes hacer las cosas de la forma que más experiencia otorgue, es decir la más difícil y estilosa, y eso está muy bien. Además el hecho de recompensar nuestros esfuerzos se extiende a cualquier aspecto del juego, desde la exploración hasta la caza. Hacia el final, eso sí, se descompensa un poco: necesitas cazar para obtener pieles con las que fabricar, por ejemplo, una cartera que te permita portar más dinero. Pero cuando tienes por fin esa cartera es cuando has desbloqueado todo el arsenal con lo que, en realidad, ya no necesitas llevar tanta pasta. Sin embargo debo decir que funciona correctamente el 90% del tiempo.

   Un punto en el que quiero detenerme es el de las animaciones del protagonista, genialmente cuidadas para tratarse de un juego en primera persona. Realmente consiguen dar consistencia a las acciones que realizamos, poniendo los brazos e inclinando el cuerpo cuando saltamos a un río para tirarse de cabeza o conduciendo como un humano y no como si estuviese haciendo el examen de la autoescuela. Mención aparte a las curas: los primeros auxilios que se hace el personaje son fabulosos no sólo por bien hechos, sino porque se adaptan a cómo te hayan herido. Así que si te muerde un tiburón se quitará un diente del brazo, si te has caído se colocará un hueso dislocado y si te han disparado se sacará la bala con el cuchillo. Tan inmersivo como grimoso, espero que otros juegos se fijen en este detalle.

Far Cry 3 es como La Playa en videojuego y sin Di Caprio. Suena bien hasta que te das cuenta de que también falta Danny Boyle
Análisis: Far Cry 3 5

   Con todo esto tenemos un juego jugablemente sólido, intachable en su recreación selvática y monumental en lo técnico. Pero personalmente tengo una máxima que aplico a cada juego de Ubisoft en el que no participe Michel Ancel y que se cumple con mayor evidencia cuanto más alto sube el juego en el hypómetro (y no digamos si está detrás Jade Raymond) y que viene a ser la siguiente: Es Ubi; la cagarán en algo. Y Far Cry 3 no iba a ser una excepción. Todo lo bueno que el juego tiene, todos sus logros y sus ambiciones, es ignorado prácticamente cada vez que decides proseguir con una misión de la campaña. Esto sucede por dos motivos: 1. argumentalmente es bastante lamentable y 2. jugablemente estas misiones son un compendio de los males que aquejan al shooter actual. Empecemos por el punto 1.

   Far Cry 3 es un juego en el que aparecen temas como la trata de blancas, el tráfico de drogas o la violencia latente en cada uno de nosotros tratados desde el prisma de unos adolescentes norteamericanos pijos y ricos que sueñan con ser actores. Si te dijesen que son los protagonistas de Sé lo que hicisteis el último verano te lo creerías sin problemas. A cada cual más odioso, el personaje que controlamos se lleva la palma; con lo fácil que habría sido no complicarse la vida y tener a un protagonista mudo con el que identificarse, aquí se opta por la obviedad en forma de frase: “Ese cabrón me las va a pagar”, “Tengo que salvarla”, “Esta mierda es muy fuerte”, “Uuuuh! ¡Qué divertido!”… Vamos a ver, si se necesita que la voz del personaje remarque esas cosas para que el jugador las asimile es que los guionistas algo están haciendo muy mal. Eso y que no han jugado a un Bioshock o Half Life en su vida.

   El argumento, a parte de mal desarrollado, previsible, con lagunas, clichés y recursos que de manidos y repetidos debería avergonzar el usarlos (cada vez que alguien sobrevive a una bala porque llevaba un mechero en el bolsillo de la camisa, los guionistas de The Wire matan un gatito), tiene un problema de base; simplemente, nada pega. Si quieres introducir a un protagonista con dilemas morales que se plantea su humanidad porque está matando y disfrutando con la muerte tienes que desarrollarlo bien durante todo el juego y y darle prioridad, y no soltar un par de escenas en el tramo final para poder dar pié a una conclusión forzada y absurda. Si quieres tratar la locura, haz un juego loco, no tres secuencias escriptadas sobre viajes alucinógenos poco creíbles. Si quieres hacer un juego maduro, haz un juego maduro, no un juego para adolescentes que se cree maduro por enseñar un par de tetas y decir algunos tacos. Si quieres hacer un juego para adolescentes imberbes, hazlo, pero no de forma pretenciosa, hablando de cosas que te quedan grandes y que nada tienen que ver con el enfoque del juego. Básicamente Far Cry 3 parece un listado de cosas que se quisieron incluir: drogas, adolescentes de fiesta, locos, psicópatas locos, científicos locos, proxenetas locos, amazonas guerreras promiscuas locas, viajes alucinógenos, piratas sifilíticos, dilemas morales y un largo etcétera. Y falla porque no han conseguido ni acercarse a sumar todo esto y que la mezcla resulte, entre otras cosas porque algún estudio de mercado ha decidido que el jugador tipo de este juego es el equivalente masculino al público objetivo de Amanecer Parte II y A Tres Metros Sobre el Cielo.

Te vas a llevar un chasco cuando veas este momento en el juego
Análisis: Far Cry 3 6

   Podría seguir despotricando sobre el argumento, pero supongo que habéis captado la idea. Así que punto 2, las misiones de la campaña: seré breve, si la gracia del juego es la libertad para afrontar situaciones ¿por qué hacen una campaña escriptada a más no poder, incluyendo misiones en las que prácticamente te dicen donde pisar? Para colmo, en cuanto a situaciones, están todas, a saber: defiende el convoy, cúbrenos con la franco, dispara desde la metralleta de posición, cúbrenos desde el helicóptero, persíguelos antes de que se escapen, defiende la zona mientras arreglo esto, infíltrate sin que te descubran, hazte pasar por uno de ellos, sígueme… el mejor ejemplo es la infiltración. Durante el juego libre ves un campamento y decides infiltrarte, para lo que buscas la mejor ruta e intentas memorizar la posición de los guardias. En las misiones principales esto se convierte en un pasillo sin alternancias posibles en el que debes ir cubriéndote hasta que el guardia de turno se de la vuelta.

   Esto se vuelve más severo cuanto más progresas en el juego, conforme la trama se intensifica. Hasta entonces hay un buen número de misiones bastante entretenidas en las que tu forma de proceder puede variar mucho más, normalmente porque consisten en eliminar a todos los enemigos de un lugar, lo cual permite bastante libertad. Y también porque se usan para dar a conocer las mecánicas del juego, y como estas se basan en el libre albedrío del jugador generan misiones abiertas (genial la del fuego, consistente en incendiar campos de marihuana al son de Damian Marley).

   Y esto es todo lo que tengo que decir de Far Cry 3. Un juego tremendamente divertido y lleno de posibilidades que echa a perder sus principales virtudes por culpa, posiblemente, de quienes han puesto el dinero. Irónicamente, cuando más hace el juego por acercarse a las referencias que citaba su predecesor (Joseph Conrad y El Corazón de las Tinieblas) más hace por echarlas por tierra. En cierto modo me recuerda a cómo creo que sería salir con Megan Fox; todo es erótico hasta que abre la boca.

  1. Entonces, digamos que el veredicto es: “cómpralo cuando valga 20 pavos”? Me tenía pintaza, pero quedarse a medias no es bueno ^^!

  2. Tampoco os quedéis sólo con lo malo, es un juego muy de extremos, porque lo que hace bien lo hace increíblemente bien. En cierto modo y sabiendo que ya ha pasado un tiempo desde el lanzamiento, quise poner algo de contrapunto a todos esos análisis que lo han puesto por las nubes sin sacarle apenas defectos, tildándolo incluso de juego del año. Veo eso como un gran problema porque a esta clase de juegos apenas se les exige nada, y lo que digo de Far Cry 3 en muchísimos casos es extensible a muchos otros triple A, especialmente los de su mismo género. Pero ello no quita que, efectivamente, sea un juego que engancha tremendamente y muy divertido, con un escenario que merece la pena explorar. 

    Por poner un ejemplo, es como si el GTA tiene una trama y unas misiones de mierda; sigue valiendo la pena por la ciudad y el mundo. Pues más o menos eso. Como dijo Javi, a mitad de precio vale la pena, pero no esperéis ver esa locura tan bonita que se enseñó en los trailers porque se queda en eso, locura bonita para los trailers.

    P.D.: cuando queráis que Ubi nos regale juegos, mandadle este análisis, seguro que les mola. 

  3. Creo que las cosas buenas de Far Cry 3 pesan más que las cosas malas, sin embargo a mi me aburrió soberanamente y creo que en parte fue culpa mía. Me esperaba a Joseph Conrad actualizado y en su lugar me han dado un Michael Bay de todo a cien. No es un mal juego, pero desde luego no es mejor juego que Just Cause 2, por poner una propuesta similar.

  4. Eso es lo que estaba esperando yo. Además, el guiño a Aldous Huxley con el doctor loco me tenía tontico. Pero bueno, seguiré con el Just Cause 2 de PSNPlus y cuando baje de precio lo cataré

  5. A mí me gustó bastante,cierto que las misiones secundarias al cabo de un rato se hacen un coñazo,pero las de la trama molan.Y hablando de la trama, ésta es un batiburrillo de ideas sin desarrollar correctamente.En mi opinión tendrían que haber desarrollado más toda la historia de Vaas y el protagonista en esa relación que tienen al estilo de “El Club de la Lucha” y dejar todo lo demás de lado,que no interesa.Los amigos ya podrían haber muerto al principio del juego que me importan un pepino, al igual que toda esa parafernalia de “la senda del guerrero”.
     
    Resumiendo,esto con un Vaas como antagonista principal y una idea concreta podía haber sido algo grande.
     
     

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