El que Tomonobu Itagaki dejase Team Ninja hizo que muchos nos planteásemos el rumbo que tomarían sus franquicias estrella Dead or Alive y Ninja Gaiden. Es cierto que un juego no lo hace solo una persona, pero la personalidad de este hombre con aspecto de vieja estrella de rock imbuía a sus juegos un cierto tono distintivo; desde la elevada dificultad hasta el desproporcionado tamaño de los pechos de las protagonistas pasando por su odio a las consolas de Sony, para las que se negaba a trabajar. El temor no estaba infundado; los Ninja Gaiden Sigma, esas entregas exclusivas de las Playstation en las que, desde luego, él no participaba, adolecían de un descenso considerable en gore y dificultad. Así que ahora me encuentro ante la primera entrega de Dead or Alive post Itagaki, y podré saber si las declaraciones de Team Ninja afirmando que no necesitaban a su líder estaba justificada o era pura condescendencia y fanfarronería.
Dead or Alive Dimensions llega a 3DS conservando todos los aspectos que hicieron triunfar a la saga desde que se iniciara en Saturn y Playstation. Esto es; un sistema de juego asequible para los principiantes pero complejo, con una fenomenal curva de aprendizaje y centrado en los contraataques, movimientos fáciles de realizar y tremendamente espectaculares. En pocos juegos puedes agarrar el brazo de tu rival cuando te va a dar un puñetazo y hacerle una llave a partir de ahí. Así que se conserva toda la espectacularidad y esquema de juego de sus hermanos mayores. No en vano considero que se trata de la franquicia de lucha más espectacular de ver. A esto ayuda un esquema de control muy bien ajustado a la portátil, y es que personalmente creo que la cruceta de 3DS responde mejor que la de Xbox 360 en este tipo de juegos pese a no contar con botón en las 8 direcciones (los sticks,por el contrario, no son aconsejables).
A la espectacularidad antes citada contribuye un apartado gráfico digno de mención, de los mejores a día de hoy en la consola, con personajes muy bien modelados y mejor animados, escenarios con varios niveles y objetos destructibles. Puedes tirar a tu rival por un terraplén y seguir zurrándole abajo y eso siempre sienta bien. En cuanto a las 3D… vamos por partes. El efecto 3D de este juego está muy bien conseguido, y se disfruta especialmente en las escenas cinemáticas. En los combates también está chulo, pero baja la tasa de frames de 60 a 30 por segundo, lo cual resta bastante fluidez a la imagen y, aunque no es ni mucho menos injugable, sí acabarás desactivándolo casi con toda seguridad.
Bueno, en resumidas cuentas, por ahora tenemos un Dead or Alive más que correcto de los de toda la vida: buenos gráficos, buen control y buena jugabilidad. Veamos por qué falla. En primer lugar, esta no es una nueva entrega de la saga, es más bien un grandes éxitos; no hay personajes nuevos, pero sí todos los personajes previos, incluidos jefes finales (alguno de los cuales no había sido controlable antes). Los escenarios también están sacados de las entregas previas en su inmensa mayoría. Así mismo el juego cuenta con un modo crónica, que nos cuenta el argumento de los juegos anteriores. Está muy bien si quieres enterarte de la historia de una saga con una historia nefasta. Y es que, seamos sinceros, en Dead or Alive el argumento no era más que una escusa para poner escenas de vídeo molonas entre los combates. Pero si nos amenizas con conversaciones estáticas y secuencias que ya hemos visto como hace Dimensions… pues como que no. Para colmo de males este modo de juego está repleto de tutoriales innecesarios (para eso se supone que está el modo entrenamiento, ¿no?) que no hacen sino lastrar la experiencia. Vamos, que es muy aburrido.
¡Pero no pasa nada! ¡tenemos los clásicos arcade, supervivencia, desafío y juego libre! Pues sí que pasa. El desarrollo de estos modos es el correcto y esperable, con la salvedad de que en los combates por parejas a uno de los personajes lo controla la CPU en nuestro lugar, lo cual le quita bastante gracia al asunto. Pero el problema no es ese, no. El problema es la dificultad, uno de los dos principales handicaps de este DOA Dimensions. Y es que la IA nos lo pondrá tan fácil que en muchísimos combates simplemente se quedará quieta esperando a que le peguemos. Incluso en los modos de dificultad más altos es bastante asequible, mucho más que en los 4 juegos anteriores, y aun así dicha dificultad apenas está presente fuera del modo libre. Si queremos progresar en el juego y desbloquear personajes, figuritas y trajes tendremos que jugar contra IAs que apenas saben defenderse.
Bueno, no pasa nada, siempre nos quedará el online. Pues vuelve a pasar. A un matchmaking lento, no, lo siguiente (ignoro si es una mala infraestructura o ausencia de jugadores pero me inclino por un poco de cada) hay que sumar un lag desproporcionado en la mayoría de las partidas que hace al juego injugable. No es culpa de la consola, en Street Fighter no sucede, es culpa de Team Ninja. El juego fue probado con excelentes conexiones (lo cual en España tiene su mérito) y aún así el lag seguía presente en muchos combates.
En conclusión:
Son estos dos puntos, la dificultad y el lag, los que echan por tierra todo lo demás. Porque de nada sirve tener un buen sistema de juego y un gran apartado técnico si no se pueden poner en práctica contra nadie. Dead or Alive Dimensions es un juego que entusiasma en un principio pero que pronto se vuelve aburrido y frustrante, que se aleja de su principal público por un afán absurdo por llegar a nuevas audiencias y que, quizás por llegar cuanto antes, descuida la que debería ser la razón de ser de estos títulos: el juego competitivo online. El ser un juego portátil da mayor importancia a estos defectos al carecer de multijugador local en la misma consola, pues sabemos que muy poca gente sí podrá usar el multi local online, ya que se requieren dos consolas y dos juegos.
Conociendo a Itagaki san puedo suponer que con él el juego quizás podría haber tenido mayor personalidad, aportando algo nuevo a la saga, sin limitarse a ser una mera recopilación, y tampoco habría adolecido del problema de la dificultad. Y de paso habríamos podido poner que tenemos 99 años en nuestro perfil (los fans de la saga entenderán este comentario que parece tan absurdo).