Hablar de Radio the Universe es hablar de uno de los títulos con el desarrollo más extraño de los últimos años. Todo empezó hace cinco años, cuando el enigmático 6e6e6e liberó a través de Kickstarter una campaña en el que presentaba Radio the Universe al mundo. Su objetivo $12.000, su recaudación $81.719. Hablamos de la época en la que Kickstarter presumía de músculo y todos éramos más inocentes. La fecha de entrega inicial era marzo de 2014, pero poco a poco se fue confirmando que aquello no se trataba de un desarrollo normal.
Desde que 6e6e6e creara su cuenta de twitter en 2012 ha lanzado 46 tweets, con un silencio de aproximadamente dos años entre la finalización de la campaña y el primer vídeo con gameplay. Desde entonces hemos ido disfrutando de pequeños clips y algún que otro vídeo, pero todo alrededor de Radio the Universe se sigue moviendo en un secretismo que ha conseguido que dentro del lógico cabreo de backers vaya creciendo un sentimiento de orgullo por haber participado en el que sin duda alguna es uno de los juegos de culto de esta generación.
El pasado sábado volvimos a asistir a una nueva pincelada compuesta por quince minutos de gameplay. Vean, vean…
Vaya por delante que el vídeo es ambrosía pura. Me gusta todo lo que veo y deseo con la fuerza de mil soles que esto se convierta en algo tangible. La sola idea de un Zelda ambientado en un universo cyberpunk sucio, oscuro y muy retro es más que suficiente como para seguir creyendo de manera infinita, pero lo cierto es que por el momento sólo tenemos humo.
Quiero creer en la buena fe de 6e6e6e. Quiero creer que todo este extraño proceso de creación tiene como único objetivo sacar el mejor título posible. No me imagino a nadie invirtiendo cinco años de su vida en algo en lo que no crea. El problema viene en la misma concepción del juego. Realizar cualquier proyecto en solitario siempre es peligroso, pues las posibilidades de perder el norte siempre están ahí, sobre todo cuando hablamos de un producto que siempre se puede mejorar. Toca confiar en que el autor tiene un plan trazado con unos objetivos y que una vez conseguidos, sea ahora o dentro de otros tres años, dará por finalizado el proyecto. Mientras tanto toca seguir soñando, algo que por otra parte es inherente a esto de los videojuegos.
