Llevamos una temporada curiosa de representaciones del infierno en el mundo de los videojuegos. Desde el exuberante y barroco pajilleril de Dante’s Inferno hasta esa cosa terrorífica y malrollera que es Agony, miremos hacia donde miremos el averno sigue siendo una fuente de inspiración para muchas obras culturales. Siempre ha estado ahí y siempre estará, y con cada nueva aparición, otra forma de verlo. The Devil’s Eight nos manda al infierno también, aunque éste es uno mucho más minimalista, una serie de círculos monocromáticos plagados de ritmo. Una condenación desnuda, desprovista de efectismos.
El resultado es un pastiche curioso, que mezcla las batallas con enemigos finales gigantescos con el videojuego de ritmo. Nos encierra en un círculo, con nuestro personaje huérfano de poderes y apenas sujetando un escudo mágico, y nos hace internalizar los ataques de cada uno de los ocho Guardianes, que van coordinados con la propia banda sonora de cada escenario. Ritmo, esquiva, defensa. Ritmo, esquiva, defensa. Una experiencia maravillosamente estética que recuerda a los final bosses clásicos con su gama de ataques que uno acababa memorizando, y se entremezcla con la música para darnos un resultado más que peculiar.
Miren:
Second Step Studios se han marcado un título peculiarísimo que bien podría ser el hijo ilegítimo de El Shaddai y Furi tras una noche de violenta rave. Una experiencia que es tanto estética como musical, con ocho escenarios, ocho composiciones y ocho gigantescos enemigos de los que defendernos para avanzar por el averno y recuperar nuestros poderes de la forma más estilosa posible.
No hay mucho más, pero no se preocupen, en cuanto tenga fecha la podrán ver en nuestro calendario indie.Página OficialVía: Indiegames.com
