Ash es un conejo, y es el Príncipe del Infierno, un tipo temible que gobierna con mano dura sin que nadie le tosa. Pero guarda un oscuro secreto: le van los patos. Es decir, al Príncipe del Infierno, que es un conejo, le van los patos. Un buen día está en la bañera haciendo "cosas" con un patito de goma cuando un inoportuno paparazzi captura la escena y filtra las imágenes en Internet. Ahora tiene que recuperar las fotos y matar a los 100 monstruos que las han visto. No me digáis que no es la mejor premisa que habéis visto jamás en videojuego alguno.
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