Resulta prácticamente imposible no sonreír cuando uno contempla el tráiler de Spleen. Es una sonrisa ligera, de satisfacción. Una sonrisa que confirma que «esto marcha», que el videojuego está ahí haciendo sus cosas. Que hay desarrolladores dispuestos a dar una vuelta de tuerca al género que sea, ya sea a base de introducir narrativas alejadas del mainstream o de embarcarse en una epopeya de dibujo a mano.
Desarrollado por Pamplemousse Games, Spleen nos pone en la piel de Johann un (no tan) joven desencantado con la vida adulta que ve como las responsabilidades del día día están rompiendo lentamente su espíritu. A medida que sus sueños comienzan a desvanecerse adquiere la capacidad de entrar en un mundo en el que puede volver a ser un niño y enfrentarse a Spleen, una fuerza que se alimenta de su melancolía.El universo infantil de Spleen nos traslada un mundo de acuarelas pintadas a mano donde deberemos enfrentarnos a nuestro pasado. Un pasado irreal que crece a través de nuestra propia melancolía por lo que se fue. Tendremos por tanto que movernos entre dos mundos, el irreal de nuestros recuerdos y el real de nuestro presente, donde tendremos que gestionar la vida de Johann y cuidar de su estabilidad mental conociendo nuevas personas y buscando momentos de relajación que le impidan seguir alimentando esa infancia que ya no volverá.
Todo lo que veo me gusta, y quizás por eso no puedo dejar de sentir cierta pena por comprobar que a Spleen le quedan sólo nueve días en Kickstarter y que muy probablemente no consiga su objetivo. Si les apetece colaborar, la aportación mínima para llevarse una copia a casa en abril de 2021 es de aproximadamente 17€. Mientras tanto esperemos que termine como termine la campaña, el proyecto consiga abrirse camino. Esas acuarelas lo merecen.Página oficial
