Justo ayer les hablaba en esta web de que me parecía importante encontrar ficciones que no fueran tan amigas del desastre, imaginar formas de jugar que se salieran de los moldes mentales que tenemos metidos a fondo en la cabeza. Y casi como de la nada me surge la oportunidad de presentarles un juego que no hace exactamente eso pero al menos sí que pretende tener un cierto discurso climático y no se congracia con la miseria, sino que quiere ayudar a solucionarla. Ese juego es Sandwalkers.
Obra de los franceses Goblinz Studio (a los que conocemos aquí por Sigma Theory), Sandwalkers es un roguelite caravanero (la idea puede recordar a Selling Sunlight o Pyre) en el que exploramos un mapa generado de manera procedural en busca de pastos donde asentar a nuestra tribu en un larguísimo esfuerzo por llegar hasta el árbol que da vida al mundo. Como me ha gustado mucho la forma de presentarlo, me voy a dar el gustazo de traducirles el tocho en el que lo presentan:
La tribu Mka envía, con cada década, una caravana de aventureros al Phithi, el caos metereológico que mantiene a las tribus Uwando aisladas unas de otras y hace la vida fuera de los refugios casi imposible.
Su misión será establecer vínculos diplomáticos y comerciales, explorar y recuperar las tierras de monstruos y piratas y, sobre todo, plantar una nueva ciudad-árbol que pueda convertirse en refugio de los Mka y sus aliados. Ya tengan éxito o no en su misión, todo lo que hayan aprendido por el camino será enviado de nuevo a la capital usando crystoesferas cargadas por escarabajos viajeros.
Sabe dios que no soy el mayor fan de los roguelites, pero el concepto me ha gustado tanto y me parece tan evocador en su diseño visual y su idea de reconectar el mundo (tremenda razón cargaba Kojima aquí) que tengo ganazas de probarlo.
Sandwalkers no tiene aún fecha de salida, pero está previsto para PC, Linux, Mac y Switch. No les quepa duda de que en cuanto sepamos un poco más la tendrán en nuestro Calendario Indie.