COLABORA EN NUESTRO PATREON
Majestic Nights
Majestic Nights

Primeras Impresiones: Majestic Nights

Iker Jiménez tenía razón

Majestic Nights llamó mucho nuestra atención cuando fue anunciado, allá por 2014. Un título isométrico, ochenterísimo y con una banda sonora fantástica cuyo núcleo eran las conspiraciones, las chaladuras de Internet, el Nuevo Orden Mundial y demás locuras. ¿Cómo no iba a gustarnos, de antemano, una propuesta que metiera todas esas cosas en la coctelera? Pura conspiranoia pop en formato episódico.

Y sin embargo, ha sido machacado sin piedad en cada crítica que se ha publicado, incluyendo a los usuarios de Steam, que suelen ser más indulgentes. Tanto el episodio 0 (que hace de demo, pero dura su buena hora) como el primero adolecían de una serie de bugs, de problemas de programación o simplemente de diseño que hicieron que la gente lo rechazara.

Lo que para mucha gente habría supuesto el último clavo del ataúd no sirvió para desanimar a sus creadores, los australianos Epiphany Games, que decidieron explicarse en un largo post en Steam. Majestic Nights no iba a ser cancelado, y aunque el segundo episodio llevara un inmenso retraso, saldría adelante. Lanzaron varios parches para arreglar el desaguisado, siguieron programando, lanzaron la segunda entrega y ya están trabajando en la tercera.

Majestic Nights

Así que ya no había excusa para no lanzarse a probarlo.

Majestic Nights es un título que entra rápidamente por ojos y oídos. Su estilo colorido, casi de neones, nos lanza a unos años 80 en los que de verdad ha pasado todo lo que se nos ocurra: quizá el alunizaje de los Estados Unidos no fuera real, quizá sigan trabajando en MK Ultra (ya saben, lo del control mental y el LSD), quizá… Quizá demasiadas cosas.

A esta perspectiva isométrica se suman las luces de la ciudad, los garitos sórdidos, el desierto de Nevada y todo lo que se nos ocurra mientras avanzamos por sus episodios, y aunque algunos de los modelos de personajes no deslumbran al jugador, la impresión será siempre positiva.

Su banda sonora completa la mezcla, que nos lleva perfectamente a donde tenemos que estar: un combinado de sintetizadores y retrofuturismo compuesto por Edward Fokkema para la ocasión. Es curioso, pero la suma hace que Majestic Nights, de entrada, sea un título absolutamente identificable. Que, mejor o peor, se muestra con un alma muy propia, con una personalidad que le hace absolutamente distinguible de cualquier otro videojuego.

El control de Majestic Nights es muy mejorable, y es comprensible que pueda echar a alguien para atrás. Sobre el papel la idea es buena: una combinación de (mucho) sigilo, algunas partes con combates e investigación. Sin embargo, cuando se traslada a la práctica y al teclado y ratón (imagino que funcionará mucho mejor en mando), el mundo empieza a tambalearse.

Al jugador empieza a exigírsele paciencia. Avanzar se hace algo raro, aunque uno puede acostumbrarse, pero los tiroteos y el sigilo pueden hacerse frustrantes por momentos. Uno puede esconderse en las partes sombreadas de los escenarios, puede cubrirse… Pero a veces por la elección del control acabaremos empotrándonos contra una pared, cubriéndonos cuando no queríamos hacerlo, liándonos al elegir un arma…

Puedo entender que haya a quien esto eche atrás, pero Majestic Nights sabe devolverle la complicidad a quien decida quedarse.

Primeras Impresiones: Majestic Nights 2

Lo más interesante de Majestic Nights, realmente, no es tanto el guión como el mundo que han construido. Es cierto que la mezcla de bulos, sociedades secretas, cinismo y humor negro funciona bien en las conversaciones, al igual que el intercalar protagonistas entre episodios para contar con dos enfoques de la aventura. Pero el grueso está escondido.

Como parte absolutamente opcional, podemos bucear por archivos clasificados, historias para no dormir y misterios. Si registramos cada escenario y decimos las palabras adecuadas a cada interlocutor acabaremos teniendo un montón de información sobre lo que pasa entre bastidores en el mundo de Majestic Nights. La trama principal también nos irá dando revelaciones sobre si particular universo, pero el jugador ha de ser como el loco conspiranoico si quiere enterarse del resto y no dejar piedra sin remover.

Es, desde luego, la parte más entretenida y divertida, y coincide con los momentos de investigación y exploración. Del jugador también dependerá muchas veces que un mismo escenario se convierta en un nuevo tiroteo: puede pasearse por una base militar recóndita tanto recurriendo al engaño y teniendo cuidado con lo que dice como rompiendo su tapadera y liándose a balazos.

Recién terminado el segundo episodio, y habiéndolo jugado todo seguido, me da la sensación de que Epiphany Games están dando ahora con la tecla. Un indie no puede permitirse tantos fallos como una gran empresa (sólo hay que ver la indulgencia que existe con Bethesda y sus lanzamientos plagados de bugs), y parece que las críticas les han servido para pulir la idea del título que quieren traer al mundo.

Primeras Impresiones: Majestic Nights 3

Precisamente este último capítulo es el mejor, el que más sabe jugar con los cambios de ritmo y de tono en la aventura, el que tiene un guión más interesante y que arriesga introduciendo mecánicas distintas y un puzle final muy bien conseguido. No es ni mucho menos perfecto, pero al menos va arrancando y mejora en todos a los anteriores. Si esta progresión siguiera con los próximos bien podrían atraer a mucha más gente.

Concluyendo: Majestic Nights es ese púgil que nada más saltar a la lona encaja un terrible derechazo y cae redondo al suelo. Nadie pensaba que pudiera levantarse, pero una voz siguió arengándolo de entre el público, alguien quedaba que tenía fe en él. Y se ha levantado. Se ha levantado sabiendo que no es un título perfecto, siendo consciente de sus muchas imperfecciones pero también abrazándose a su esencia. Si cuando ves a un boxeador en la lona tú también eres de los que quieren que siga luchando, estoy convencido de que va a gustarte. Tendrás que soportar sus peores partes, ser indulgente con su control y algunos de sus fallos, pero a cambio tendrás delante a un proyecto firme que ha tenido el coraje de levantarse.