Pony Island: Nada es lo que parece

Pony Island

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Entre las innumerables corrientes que se están elaborando a raíz de la explosión del desarrollo independiente se encuentra aquella que se dedica a “jugar” con los límites establecidos por el videojuego y ponerlo todo del revés. El paradigma de este tipo de títulos lo podemos encontrar en la obra de Davey Wreden con The Stanley Parable a la cabeza, pero no es el único, con ejemplos patrios como el inminente Calendula. Hoy descubro gracias a Kill Screen un pequeño título llamado Pony Island desarrollado por Daniel Mullins Games, y maldita sea si no es mi primer must de este 2016.

Un Ponycornio, un escenario más bien insulso y un botón para saltar obstáculos. A primera vista puede parecer una parodia de los dos millones de juegos para móviles que hacen únicamente eso, pero pronto la cosa se tuerce, algo va mal, el anodino escenario se torna en una pesadilla con forma de glitch… y hasta ahí puedo leer.

Pony Island es un inteligente puzle que se dedica a jugar con lo que sabemos de los videojueogos y lo que podemos esperar de él. Maneja los diferentes elementos inherentes al medio  a su antojo para travestir su identidad. Su intención no parece tanto romper la cuarta pared, sino elevar al glitch a la categoría de pesadilla cíclica.Concebir el Limbo como un arcade controlado por Satán es tan fantástico que debería auparse al primer puesto de leyendas urbanas y desbancar de una vez a Polybius. Lo mejor de todo es que Pony Island ya se encuentra disponible en Steam, por lo que no encuentro razones para que sigan leyendo esto cuando podrían estar jugando con el demonio.Página Oficial

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