Parte de la gracia de Lo Indie se encuentra en la posibilidad de conocer más de cerca las diferentes personalidades de cada uno de los desrrolladores, quienes no han de atenerse a los comunicados y actitudes impuestas por un gran estudio. Seth Alter es un tipo con un perfil discreto, aún así, su pasado como profesor de escuela y una clara tendencia hacia una lectura educativa con sus títulos, lo han convertido en uno de esos referentes más que interesantes dentro del catálogo independiente.
Si Neocolonialism ponía el foco de atención en el draconiano capitalismo en el que estamos envueltos, No Pineapple Left Behind se centra en el sistema educativo estadounidense (aunque imagino que valdrá como ejemplo de otros) y su peculiar método de clasificación.Un día, en una escuela de Boston aparece una bruja malvada que convierte a todos los niños en piñas. Las piñas son muy simples, únicamente saben realizar exámentes y obtener calificaciones, y si estas son buenas, la escuela recibe mejores subvenciones. Sin embargo el hechizo no es permanente, y las piñas pueden volver a convertirse en niños si no tienen exámenes que realizar y ya se sabe que los niños tienen sentimientos y son mucho más complicados de tratar.Alter nos pone de nuevo en la tesitura de ganar para perder. Nuestro objetivo será intentar conseguir las mejores clasificaciones de nuestros alumnos para recibir el mayor dinero posible del estado. Lógicamente esto es mucho más sencillo cuando la mayoría han sufrido la alienación del sistema transformándose en piñas, por lo que estará en nuestra manos intentar incluir la ética en nuestra ecuación para la victoria.No Pineapple left Behind, que actualmente se encuentra en estado alfa, ya tiene el core de mecánicas prácticamente terminado, así como algunos de sus elementos principales, como un modo historia con diferentes objetivos que nos llevará a hacernos cargo de cada distrito hasta dominar la ciudad entera, láseres con poderes especiales que modificarán la dinámica social de los estudiantes o padres cargados de demandas.
Personalmente estoy deseando ver el resultado, ya que parece que la cercanía con un serious game no le ha restado dosis de humor, algo que se echaba en falta en Neocolonialism. No lo veremos como pronto hasta pasado el verano, así que paciencia.