La Guerra Fría nos dio muchas cosas malas y unas cuantas cosas buenas (yo soy de los que defiende que no es casual el retroceso en políticas sociales tras la caída del muro de Berlín), y sin duda en la parte positiva estuvo la intensísima carrera espacial: el duelo definitivo entre dos superpotencias que no pueden aniquilarse y sólo consiguen demostrar que la tienen más grande que el otro alcanzando determinados hitos (la puesta en órbita del Sputnik, el primer paseo espacial, el aterrizaje en la luna…). Y nos dio una palabra tan increíblemente bonita como cosmonauta, en triste desuso (y acostúmbrense a taikonauta).
Precisamente sobre uno de ellos trata Outreach, de los ingleses Pixel Spill. Han creado el enésimo videojuego de exploración espacial (se nota que vuelve la fiebre, sí), pero en vez de irse al cálido futuro cercano se han ido a los gélidos ochenta (juego de palabras con la Guerra Fría, así soy), documentándose fehacientemente por el camino y maridando el rigor histórico con un poquito de la rumorología y conspiranoia de la época. Un cóctel espacial en el que encarnamos a un solitario cosmonauta que es enviado a una estación espacial secreta con la que el gobierno ha perdido el contacto.La mecánica de Outreach gira en torno a dos cosas: el riesgo al que nos exponemos en gravedad cero (no habrá asomo de la cómoda fuerza que nos ata al suelo), teniendo que desplazarnos por la estación con cuidado so pena de acabar varados en el vacío infinito; y las pesquisas que haremos para descubrir el paradero de la tripulación, sus vidas y lo que finalmente ha ocurrido.
Ármense de paciencia. Outreach no llegará a PC y Mac hasta al menos 2017. Al menos se ve más cercano que Routine…Página Oficial
