El mundo del videojuego está repleto de lugares olvidados. Mundos que en su día estuvieron rebosantes de vida, insultos y camperos, y que ahora languidecen a la espera de que algún jugador despistado vuelva interesarse por ellos. Los parajes desolados del videojuego no son aquellos que los desarrolladores han creado, sino los que los jugadores olvidaron. No Players Online juega con esto para convertir la soledad en horror y transformar aquellos mapas llenos de caos en una suerte de fantasma del pasado que se siente más como una presencia acechante que como un ser real.
Adan Pype (dev) y Viktor Kraus (sonido) iteran sobre dos elementos clave en estos tiempos: nostalgia y revisión. Un antiguo videojuego que ya casi nadie recuerda vuelve a estar online, y la necesidad de revisarlo para ver si algún otro incauto ha tenido su propio momento “revival” parece irresistible. Sin embargo lo que nos espera en su interior no es la ensalada de tiros que recordábamos, sino algo muy diferente y quizás más peligroso.No Players Online juega con lo que el usuario espera y reconoce de otros títulos para subvertir sus expectativas. A partir de ahí desarrolla una trama a través de una iconografía perfectamente reconocible que nos mantiene en vilo durante su corta duración. Lo bueno es que no se queda en la premisa, sino que es capaz de construir un armazón a base de recuerdos para justificar buena parte de sus mecánicas. Nunca estamos del todo seguro si “lo raro” del título se debe a que antes esto era así y lo hemos olvidado, o a que el título está jugando con nosotros. La sensación de irrealidad parte de conceptos asentados, por lo que simplemente permanecemos atentos y extrañados hasta que pase lo que tenga que pasar.
Pueden jugar gratis (o donando lo que consideren oportuno) a No Players Online en su página de ith.io.