Le tengo un cariño especial a Laraan que procuro no esconder. Se debe fundamentalmente a dos cosas: me recuerda a una especie de hijo ilegítimo que tuvieran Flashback y El Shaddai tras una noche de borrachera jodida y, además, fue uno de los primeros proyectos en sumarse a la iniciativa que montamos mi compañero Juanma y yo en Indiefan. (Web que está en proceso de redefinición y construcción, pero que espero sigan conservando en sus corazones).
Pero no es sólo el amor que pueda generar el haberse relacionado con nosotros, no. Laraan entra muy rápidamente por los ojos, con un estilo low-res que le va como anillo al dedo, llenísimo de colores cálidos. La sensación al ver al protagonista moverse por el mundo que ha de explorar es de bonita calma y de expectativa, de deseo de encontrar maravillas minimalistas y polígonos escasos que complementen la historia que nos quiere contar.
Una aventura de exploración y ciencia ficción con ecos que parecen sacados del Antiguo Testamento, un pacto con Dios para que no arrase un mundo lleno de violencia a cambio de colmar su expectativa hallando ocho piedras doradas. Una videoaventura, de ésas que uno echa tanto de menos, joder.A los mandos de Laraan están Cisco Raya como creador y Victor Riera con su evocadora banda sonora dentro de la iniciativa Flynn’s Arcade, que quiere convertirse en estudio patrio de pleno derecho. Y a mi juicio tienen una cosa más que interesante entre manos: con esa estética tan bonita, con esa música tan cuidada y el rollo bíblico pueden acabar creando algo muy satisfactorio.
Ahora mismo están en ese pequeño infierno que es Greenlight tratando de salir adelante, y no me cabe duda que ustedes le echarán un cable bien fuerte, tal y como yo acabo de hacer.Greenlight