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La Caja de Jorge: Gunship 2000

Hasta ahora, en esta santa sección, hemos tocado palos al alcance de cualquiera. Títulos a los que cualquier humano desarrollado con manitas prensibles podría enfrentarse sin temor alguno. Hoy nos adentramos en un terreno que para la mayoría es completamente desconocido. Un terreno que separa a los ONVRES del resto, un terreno solo apto para aquellos pioneros que se adentraron en lo mas profundo de la complejidad informática de principios de los 90 y volvieron cuerdos para contarlo. Hablamos de los simuladores.

Ojo, porque hay simuladores y simuladores. Existen algunos que te dan cierto cuartelillo y te permiten realizar un vuelo Madrid -Nueva York con cierta presteza y elegancia, justificando delante de tus padres el desembolso inicial de la matrícula en la escuela de pilotos. En este caso vamos a hablar de un simulador de helicópteros que no solo NO te permite realizar un vuelo elegante delante de nadie, sino que en el mejor de los casos y tras meses de práctica, conseguirás despegar sin ostiarte y llegar al punto donde se desarrolla la primera misión.

Gunship 2000

Atiende la caja. Ya solo la marca MicroProse en el margen inferior izquierdo significaba dos cosas. El juego iba a ser la ostia y de una dificultad absurda. Compatible con tarjetas AdLib y presumiendo de VGA256 (año 1991 señora).

En la parte posterior un breve resumen de todas las bondades que escondía en su interior, así como el añorado logotipo de ERBE y una preciosa calavera que nos indicaba que “La Piratería es Delito”.

Por aquel entonces existía algo que se ha ido perdiendo con el paso del tiempo. Respeto por el comprador. Debido a esto, en cada juego se incluía un manual acorde con las necesidades del mismo. En este caso encontramos un übermanual de 170 PAGINAS en perfecto castellano, que da una idea acerca de la labor que se encontraba detrás de este tipo de títulos.

Aquí podéis ver el contenido completo de la caja, o al menos lo que queda de él. Esta maravilla solo ocupaba tres disquetes de 5,25″, poco mas de tres megas.

Si alguno se estaba preguntando que narices era ese papel aquí tenéis la respuesta. Nada mas y nada menos que una plantilla para el teclado. De este modo podíamos empezar a hacernos con los controles sin necesidad de memorizar las funcionalidades de no menos de cincuenta teclas. Nuestro amigo Jorge, como buen Hardcore Gamer que ha sido siempre, prescindió de esta ventaja. Las malas lenguas hablan de un tatuaje en alguna recóndita parte de su anatomía con la equivalencia de teclas y medallas concedidas en las misiones. Lo investigaremos.

Poca broma con el manual. No os vamos a hacer una captura de las 170 páginas porque no procede, pero creerme si os digo que es una auténtica delicia. No solo viene perfectamente detallado todo lo que podemos encontrar dentro del juego, sino que resulta ser una clase magistral de vehículos militares de la época.

Como veis, hoy hemos decidido decantarnos por un título del que somos conscientes, no muchos de los lectores lo habrán jugado. Un título que nunca entra en ninguna de lista de los míticos, pero que sin duda merecería estar. Una de las razones para ello es la poca cantidad de simuladores de helicóptero que han salido al mercado. Resulta extraño, sobre todo en la década de los 90, donde parecía estar mas de moda ese tema. En cualquier caso este título merece este post y mucho mas. Marcó un salto tecnológico para la época y nos acercó, aunque solo sea un poquito, a la experiencia de pilotar el trasto mas chulo que ha dado el hombre (zepelin y jet-pack a parte)

La próxima semana lo damos todo con uno de esos títulos que SIEMPRE figuran en cualquier lista de “Juegos que cambiaron la Industria”.

Nos vemos.

  1. Nunca he sido demasiado de simuladores, pese a que tampoco pueda decir que los haya probado estrictamente dicho. Tiene gracia lo del manual de 170 páginas, eso sí que era un manual como dios manda. Aunque lo que sí que es del todo curioso es, como bien remarcas, la plantilla para el teclado. Sí que debía de ser exigente, si…

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