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Goat Simulator, o el cénit

Goat Simulator, o el cénit 1

Nuestra cuenta de Twitter es un reducto de HAMOR, de retuiteos que nos hace gente bonita y de seguidores que de cuando en cuando nos iluminan con cosas tan bellas que perderíais los ojos si las miráseis fijamente duramente mucho tiempo. Ayer, la mentada cuenta explotó. No pudo soportar el vídeo que en ella nos adjuntaba el usuario @Erthelillo. La Creación se tambaleó sobre sus propios cimientos, los pilares del mundo no son lo suficientemente resistentes como para soportar una ola de perfección como ésta:

¡Un simulador de cabras! Un videojuego en el que manejas a uno de esos entrañables bichos que se abre paso por la vida escalando a los putos sitios más recónditos de la Tierra, dando cabezazos por doquier o generando con su leche los mejores quesos del universo.

Entendedme: como único canario de Nivel Oculto™, esto me conmueve (aquí lo que mola son las cabras, no las vacas de mirada torva y poca habilidad escaladora). Siempre he soñado con moverme con la elegancia del cabrito, avanzar a saltos de un lugar a otro y apartar sin piedad con mi cabeza cuanto encuentre en el camino.

¿El problema? Que no existe. No es más que una simpática prueba de motor de los señores de Coffee Stain Studios (Sanctum), hecha para desconsolarlos y romper mi corazón isleño.

Por favor, tenéis que hacerlo. GOAT SIMULATOR debe ser una realidad.