¿Han jugado ustedes a D&D? No voy a darles la chapa con eso ahora, no se preocupen. Es que D&D es el origen de prácticamente todo lo que hacen ustedes cuando se sientan a jugar a un videojuego de rol. Miren el ejemplo del mago como clase de personaje. De siempre cuando uno juega a D&D y elige un mago acepta que va a ser la grandísima mierda hasta que empiece a subir de nivel a lo grande, que mientras el guerrero carga con la espada gritando, él tendrá que limitarse a lanzar chispas de colores y esperar que no le maten. Pero ay, a niveles altos… a niveles altos vaya usted a decirle algo a un mago, a ver qué es lo que pasa.
Este tropo del mago como mierda infecta que sólo disfrutamos en los últimos compases del juego contamina casi todos los RPG’s de base clásica que juguemos. Y el propósito de Fictorum no es otro que subvertirlo. En el juego de Scrapping Bottom Games somos un mago de una orden arcana que ha sido prohibida y destruida, y ahora tenemos que vengarnos de todo un imperio. Y desde luego, no lo vamos a hacer lanzando orbes de color ni flechas ácidas de Melf, no. Miren:Escenarios destructibles, mapa procedural, magia devastadora y la posibilidad de crear los conjuros que nos dé la gana combinando hasta tres runas para conseguir un efecto devastador. Parece evidente que sus creadores han fiado todo al sistema y que su objetivo lo tienen bien claro. Ahora sólo queda ver si funciona bien, porque me recuerda poderosamente a Son of Nor y este último recibió críticas para todos los gustos, desde el amor infinito al odio más glacial. Supongo que dependerá de lo bien que funcione, realmente, todo esto de la magia.
El 9 de agosto podremos comprobarlo.Página Oficial