El próximo año se cumplirán tres décadas del lanzamiento de Earthworm Jim, título que comenzó a poner en primera línea al otrora überfamoso David Perry y que destacó por la labor en animación de Doug TenNapel, creado de la simpática lombriz hipervitaminada que actuaba como personaje principal. Treinta años desde el primer título mainstream que demostró, más allá de la rotoscopia antes vista en Prince of Persia, que el cariño en la animación de los personajes podía transformar un discreto título de plataformas en todo un referente. Sorprende por tanto que con este y otros referentes de la época, la animación dentro del videojuego siga siendo un elemento secundario en la mayoría de títulos, incluso en muchos de los que se mueven dentro del mainstream. Quizás por eso, una propuesta tan magníficamente presentada como Cookie Cutter sorprenda tanto.
En el interior de un oscuro y frío laboratorio oculto bajo la superficie de la infame Megaestructura, el mecánico Raz busca a su amiga desaparecida, la doctora Shinji Fallon, pero en su lugar encuentra un laboratorio en ruinas y un androide Denzel casi destruido que despierta de un letargo que preserva su vida. Su nombre es Cherry. Ponte en la piel de Cherry, una androide devuelta a la vida por una combinación de alta tecnología y alma mortal. Es punk rock y está cabreada. Su creadora y novia, el amor de su vida, la doctora Shinji Fallon, ha sido secuestrada por un demente y Cherry tiene la intención de hacerle pagar a él y a todo aquel que se interponga en su camino. Ahora, con un poco de ayuda de los conocimientos mecánicos de Raz, Cherry pasará de compañera a asesina.
Desarrollado por Subcult Joint LTD y editado por Rogue Games, Inc. (ojo con esta gente porque se está haciendo con un catálogo más que interesante), Cookie Cutter construye su propuesta bajo los sólidos cimiento de un metroidvania clásico en el que desarrollar los elementos por los que se encuentra interesado: ultraviolencia más o menos estilizada sobre una base de animación artesanal. Cherry, nuestra protagonista, es capaz de utilizar desde motosierras, motos (sin sierra) o guitarras como arma mientras despliega todo un arsenal de movimientos molones que la convierten en una máquina de matar casi imparable.
Cookie Cutter hace de la exageración su leitmotiv, lo cual es siempre una carta arriesgada porque es muy fácil pasarse, pero a juzgar por el tráiler parece que el estudio británico ha encontrado un equilibrio interesante entre su impulso hacia el horror vacui y la contención necesaria para que podamos entender qué está sucediendo en pantalla mientras disfrutamos del grotesco espectáculo que se despliega ante nuestros ojos.
Lo reconozco, me da mucho gustito encontrarme con este tipo de propuestas. Los metroidvania sencillotes que no buscan reinventar la rueda son mi safe-place desde hace años, y si el core de la propuesta va por lo artístico pues mejor que mejor. En cuanto a la fecha de salida, he leído en un par de sitios que debería salir antes de que termine el año, al menos en su versión de Windows, pero al no haber comunicado oficial no podemos estar seguros. Lo que sí podemos afirmar es que en cuanto lo sepamos, Cookie Cutter estará gloriosamente disponible en nuestro Calendario Indie junto al resto de lanzamientos interesantes del momento.
Cookie Cutter no tiene (o no hemos encontrado) página oficial, pero pueden seguir su desarrollo en su Twitter o Instagram.
