El concepto de “culpabilidad” nos ha dado un buen puñado de títulos desde que Silent Hill 2 lo explotara de manera casi perfecta. Es un tema tan clásico como el hombre, el comienzo de una aventura con el único fin de reparar errores del pasado. Da igual si se trata de viajar en el tiempo o de volver a un siniestro pueblo, la culpa actúa como eje central de la acción y en última instancia como catarsis final de la redeción (o no) del protagonista. Anamorphine recoge este concepto y lo sublima a la mínima esencia: bucear por los remordimientos.
Desarrollado por Artifact 5, un pequeño estudio independiente afincado en Montreal y compuesto por tres personas, Anamorphine nos pone en el papel de Tyler, un joven en fase de negación post-traumática que revisita en su mente una sucesión de recuerdos que definen su relación con su esposa Elena, la cual tras un accidente se encuentra sumida en un proceso de depresión. Tyler recorrerá (recorreremos) los recuerdos de un pasado deformado por la culpa y su incapacidad para ayudar a su mujer.Ya sólo con el argumento basta para darse cuenta de que Anamorphine es uno de esos títulos que hay que encarar desayunado, pero para colmo nuestro esposa toca el chelo, instrumento que capta la tristeza como casi ningún otro y que suma otro puntito más de melancolía a esta exploración sobre la pérdida y la depresión.Anamorphine saldrá en algún momento de 2017 para Windows, y será un buen momento para echarle un vistazo y comprobar si podemos mirar cara a cara a nuestro pasado y salir airosos o consumirnos en él.Página Oficial
