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Análisis: The Technomancer

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The Technomancer

The TechnomancerCríticaAntes de comenzar a escribir mi crítica sobre The Technomancer he vuelto a leerme lo que escribí sobre Mars: War Logs (2013). Al fin y al cabo ambos comparten desarrollador y ambientación. En ella hablaba de una producción a la que se le notaban las evidentes costuras del límite presupuestario, pero también de que contenía ideas que el estudio debería explotar para hacer un mejor RPG.

Han pasado tres años y por el camino ha llegado otro título más de Spiders, Bound by Flame (2014) que de nuevo padecía el mismo mal: clase media tratando de ser algo más y quedándose en el camino. De nuevo le penalizaba un tiempo corto de desarrollo y el tener que ceñirse a una duración menor, que no permitía al jugador introducirse del todo en el mundo que le habían puesto por delante.

Pero hablemos de The Technomancer, porque parece que por fin en el estudio francés han entendido que necesita más tiempo si quieren crear el RPG que desean, y esta vez han estado más cerca que nunca.

The Technomancer nos narra la historia de un tecnomante (oh, vaya, sorprendente) recién iniciado, llamado Zachariah. El primer error que cometen es bastante incomprensible: ¿por qué no permiten elegir el sexo del protagonista, cuando ya dejaban hacerlo en su título anterior? Quitando esto, que no es baladí, desde el principio ya se nota que la apuesta de sus creadores es mucho más fuerte y decidida que en ocasiones anteriores. Los gráficos son mucho más potentes que cualquier título en el que hayan trabajado, y no han escatimado detalles para hacer más creíbles los escenarios por los que nos movemos.

Le penaliza, eso sí, un inicio flojo, con un tutorial que podía haber sido mejor diseñado. Y es una pena, porque pasada la misión inicial The Technomancer no volverá a pegar ningún bajón. Nos da unas 20-25 horas de juego si nos ceñimos a la trama principal, que pueden rellenarse con unas 10 más en caso de realizar todas las secundarias. Con diferencia, el videojuego más extenso que han diseñado Spiders.

Lo hace con aciertos y errores por igual. Por un lado pierde las prisas de títulos anteriores por hacer que la trama avance, a la vez que hace escenarios y hubs mucho más grandes y vivos (a los que podremos volver tras cerrar cada capítulo, otra novedad). Por el otro, obliga al jugador a ir de un lado a otro, a veces haciéndolo sentir como un recadero. Y no hay nada malo en lo de los recados, especialmente al inicio, cuando tiene justificación argumental; pero acaba resintiéndose a la quinta vez que hemos de colarnos por un camino larguísimo para hablar con un contacto. Eso sí, muchas de las misiones secundarias, las que más abusan de eso, le dan una vida mayor al juego: son la forma que tiene, al no haber textos ni códice, de enseñarnos el Marte en el que vivimos.

Sigue notándose, tantos juegos después, que lo mejor que saben hacer Spiders es crear mundos. Al haber tenido la paciencia de enseñarlo, de mostrar el Marte que proponen y dejarnos caer datos sobre su historia, sus gentes y aspiraciones, le dan un incentivo grande al jugador para seguir. Algo que empieza con una revelación inicial chocante y que sigue con las historias de los acompañantes del protagonista, con los guiños a Mars: War Logs (cuya trama ocurre casi simultáneamente, pero en una dimensión menor) y termina con un final bien gestionado.

Este buen worldbuilding, sin embargo, no se ve acompañado con una escritura a su nivel. Es mejor que en sus demás videojuegos, eso sí, pero combina momentos muy buenos con otros mediocres. Se hace curioso ver cómo en la propia mecánica del juego sí hay consecuencias para muchas de las decisiones que tomamos (y hay bastante libertad para encarnar las misiones), pero no en la narración. Personajes que nos tratan como si nada hubiera pasado después de determinados eventos, diálogos que tienen lugar sin tener en cuenta algunos sucesos, la ausencia de un mayor rango emocional en el protagonista (no ayuda el mejorable doblaje de todos)… Ésas son las aristas que quedan por pulir. De resto la historia cumple, tocando algunos temas moralmente grises a momentos y acertando al no querer ser una odisea épica, pero pide a gritos mejores villanos.

En el aspecto estrictamente jugable, The Technomancer mejora las prestaciones de todos sus antecesores. Mantiene la idea de una economía basada en el agua (que podemos extraer de enemigos, matándolos, o conseguir por otras vías), cuenta con cuatro árboles inmensos de habilidades que permiten mucho juego a la hora de afrontar los combates y luego dos añadidos: una hoja de personaje que permite más variabilidad según el tipo de juego que queramos y otra de habilidades (carisma, ciencia, sigilo…) que pueden usarse en los diálogos o para fabricar y mejorar armas y armadura, recolectar elementos, curar a los compañeros…

Armados con todo eso toca enfrentarse a los enemigos. Los combates (muy fluidos, al menos en PS4) no nos perdonan el mínimo error: dos golpes mal recibidos y estamos muertos. Sin embargo, no son injustos, lo que hacen es demandarle al jugador que preste absoluta atención y no se dedique a machacar botones. En ellos desplegaremos las habilidades que hayamos comprado de los cuatro estilos: pistola y daga, maza y escudo, bastón y tecnomancia (que es más una serie de hechizos que lanzamos que un estilo). El juego puede pasarse utilizando sólo uno de los tres estilos principales, pero se hace divertido ir probando combinaciones para ver cuál nos gusta más. Y llegados a un punto, si jugamos bien nuestras cartas, podemos acabar convirtiéndonos en máquinas de matar. Mi protagonista, por ejemplo, acabó siendo un pararrayos humano, optimizado al máximo para lanzar hechizos, recargarlos rápido y hacer una barbaridad de daño a grupos. Muy exigente y con una cámara a veces traidora, sí, pero en su dificultad y la multitud de opciones para afrontarla tiene parte de su gracia.

Creo que Spiders han estado a punto de conseguir hacer el videojuego que algunos creemos que pueden hacer. Esta vez no les ha fallado la ambición ni la capacidad técnica: el diseño artístico del juego es espectacular, con esas reminiscencias a Desafío Total y Dune, con una personalidad propia que no tiene nada que envidiarle a nadie. Además, a la banda sonora vuelve Oliver Deriviere, con una serie de composiciones fantásticas, en unos tonos étnicos que acompañan y contribuyen a hacer de Marte una ambientación ya propia del estudio.

En lo que han fallado es en un guión que se queda a medio camino: todas las ideas son, sobre el papel, muy buenas. Hay clichés, algunos más soportables que otros, pero todo el trasfondo y lo pensado detrás de la trama funcionan. Es la ejecución lo que deben pulir, hacer un esfuerzo extra para, arreglados sus problemas con los valores de producción de títulos anteriores, crear el RPG que creo que son capaces de crear.

No sé si alguna vez lo conseguirá, pero hasta entonces The Technomancer queda como testimonio de lo mejor que puede dar ahora mismo la clase media de los videojuegos. Con sus fealdades, su (a veces) excesivo backtracking y errores narrativos, pero también con un mundo que merece la pena visitar y una jugabilidad muy divertida. Un RPG de notable, lejos de los colosos del género, pero con el estudio arañando más y más décimas con cada intento.

  1. Mi incongruencia me lleva a declararme fan de la gente de Spider sin haber probado un puñetero título. Su rollo no termina de ir conmigo, pero considero tan necesaria la existencia de equipos de desarrollos medianos que puedan abrir un hueco entre LO INDIE y el AAA que maldita sea, este Technomancer acabará cayendo. Además, su absoluta falta de personalidad me dan ganas de cogerlo entre los brazos y mecerlo con cariño.

    1. Lo más gracioso del asunto es que, quitando al protagonista, una vez sales de la primera ciudad todo tiene un aspecto súper personal, especialmente el segundo sitio que visitas. No son mis tragaderas, que también, sino que esta gente ya se acerca 🙂

  2. Yo lo compre , me gusta el sistema de batalla, pero claro los diálogos dejan mucho que desear, es una pena ya que podría haber sido un open World con una trama mas profunda que te permitiera sentirla y disfrutarla, los personajes facialmente son horribles, pero lo que más me molesta es que con un supuesto sistema de creación de armaduras lo único que puedes hacer es mejorarlas, yo compre los diagramas y nada solo mejorar. lo bueno hasta cierto punto y que es la temática actual es poder tener un romance y sorpresa puedo ser con un personaje de tu mismo sexo, pero para variar no sirve de nada ya que ni un bonus por tenerlo en el grupo. en fin era una promesa que quedo corto y ademas a 65.99 por 30 hrs de juego, mejor the witcher 3.

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