Reperfection nos llamó la atención hace algún tiempo por lo curioso de su propuesta: encarnar a un padre de familia (Ben Freeman) que pierde a su mujer en un accidente de coche y tiene una segunda oportunidad para evitarlo. Sumado a este planteamiento había una puesta en escena que emparejaba un estilo de cómic con temática noir, dotándole de un atractivo que nos ha obligado a jugarlo. Ahora, nuestro veredicto.
El juego (y ópera prima) de los alemanes Tinnitus Games empieza muy bien. Nos deja sumergirnos con calma en los prolegómenos de la muerte de la mujer del protagonista, nos da tiempo a conocerla a ella y a su familia. Y luego nos lo quita todo, de manera súbita, tal y como le pasa a Ben. A partir de aquí empieza el recorrido de Reperfection, que nos dará unas dos horas de juego en su primer volumen. Hay que recordar que el juego es episódico, a la manera de The Walking Dead o Cognition, por lo que una vez finalizado tendremos que esperar para ver lo siguiente que pasa. A pesar de esto, este primer episodio es autoconclusivo, aunque adelanta lo siguiente que pasará.
A la trama le encaja como un guante el formato, para no saturar al jugador y hacerle que se interese más aún. ¿Y qué es lo especial de la narración? Básicamente que podemos volver atrás en el tiempo todas las veces que queramos para intentar evitar la muerte de nuestra mujer, y serán unas cuantas. El único requisito para hacerlo es mirar a los ojos del cadáver, y voilà, apareceremos de vuelta en casa, justo antes del accidente. En la tradición de la mejor ciencia ficción, comprobaremos rápidamente que el hecho de viajar en al pasado no nos va a ayudar de mucho y que un cambio menor en los sucesos puede llevar a consecuencias más devastadoras aún. Reperfection se convierte de esta forma en un experto en maltratar al jugador, en quitarle todas sus esperanzas y lanzarlo de un lugar a otro sin prevenirle de que volverá a equivocarse…
El hecho de que la mayor carga del título esté en la parte narrativa no significa que se haya descuidado la jugabilidad. Estamos ante una aventura de point & click clásica, con sus (pocas) conversaciones y sus puzzles que nos piden encontrar objetos para poder usarlos en el momento adecuado. Muchos de los rompecabezas son algo simples, pero los habrá algo más difíciles y alguno que otro nos obligará a volver al pasado para fijarnos bien en qué hemos fallado. Hay mucha mecánica de ensayo-error hasta poder acertar, y el juego es cruel al mostrarnos las consecuencias de nuestros fallos, aunque luego nos deje volver a atrás como si nada hubiera pasado. Al final, volver al pasado se convierte, para Ben, en una especie de mecanismo ingame de guardar la partida en la vida real.
A todo el mimo puesto en la construcción del argumento se suma una dirección artística acertadísima. Por un lado, Reperfection tiene aspecto de cómic, y se juega como si estuviéramos leyendo uno. Encontramos un fondo de grava (¿carretera?) y sobre él el cómic del episodio, que abrimos y procedemos a jugar.
Cada pantalla es una viñeta distinta, y a medida que resolvamos los acertijos o avancemos de un lugar a otro podremos acceder a otros paneles. Uno de los detalles más trabajados es que podemos cambiar la propia composición del cómic cuando cambiamos un evento importante, accediendo a nuevas viñetas y otras quedando borradas para siempre, desaparecidas de la historia.
Hay que añadir al estilo una puesta en escena en blanco y negro, con un uso limitadísimo del color para remarcar objetos importantes, y poco más. El efecto de viaje en el tiempo añade un loop a las páginas, que las primeras veces, unido a la música que se usa, conseguirá desconcertarnos; y ése será todo el despliegue gráfico que encontremos: buen hacer, artesanía visual y un uso inteligente del color. La música ayuda, con composiciones de piano que incrementan la sensación de extrañeza, pérdida e irrealidad sumergiéndonos más en la historia
Esto es Reperfection: ciencia ficción noir, un ensayo sobre lo dramático que es perder a alguien querido y el poco sentido que tiene volver a atrás en el tiempo sin un plan definido. En sus planteamientos recuerda a un peso pesado como The Twilight Zone, y en su realización se ha logrado cautivar al jugador con unos medios más sencillos que los que usan los grandes estudios. Empieza muy bien, su primer episodio es doloroso y extraño, y el desenlace se aleja del final feliz para ganar enteros. Si consiguen seguir por este camino con los siguientes volúmenes, estaremos hablando de algo muy grande.
