Volition mola. Tal vez sus producciones no entren en el podio de los juegos triple A, pero sí que es cierto que es una desarrolladora que, sobre todo en esta generación, ha sabido recordarnos a los jugadores lo importantes y divertidos que son los juegos de vertiente puramente Arcade, pues a ellos les debemos la mayor parte de los mejores juegos del género de estos últimos años. El estudio ha sabido compaginar dos sagas: Los sandbox de Saint’s Row, cuya tercera parte estará lista para esta próxima campaña navideña; y de la saga Red Faction, una serie de juegos que comenzó a surgir en los primeros años de ps2 y que sigue siendo tan divertida y lucrativa como antaño, aunque por desgracia, muy ignorada y maltratada por ciertos medios y demasiado desconocida para muchos jugadores.
Esta cuarta entrega de la saga, nos sitúa 60 años después de los hechos del Red Faction: Guerrilla, donde encarnaremos al nieto del protagonista de la tercera entrega, Darius Manson, cuya suerte no es muy agraciada, debido a que, por engaño, es responsable de unos hechos que obligan a las colonias humanas a vivir bajo la tierra de Marte luchando por sobrevivir por culpa de un renegado llamado Hale. Por si no fuera suficiente por ser el culpable de las penas que padece toda la colonia humana, sin comerlo ni beberlo, Darius Manson, mientras hacía una inspección en una de las cuevas de Marte, abre sin querer una abertura que hará salir a toda una horda de alienígenas con hambre de dejar a todo ser humano convertido en un cacho carne. El gafe de Manson deberá demostrar su inocencia y de paso, enmendar todos los errores en una historia que no pasa de correcta y plagada de clichés pero que sirve como un acompañamiento más que satisfactorio para lo que realmente importa en la obra de Volition: Patear unos cuantos culos alienígenas.
En Nivel Oculto siempre nos quejamos de la falta de riesgo por parte de muchas desarrolladoras, que siempre optan por el camino fácil, es por ello que no podemos ignorar el valor de Volition al prescindir de la libertad y mecánica sandbox que dotó al anterior título, haciendo que la saga vuelva a sus orígenes, volviendo a heredar las mecánicas de los dos primeros Red Faction que salieron para la veterana PS2, salvo el uso de la 1ª persona, uno de los pocos aspectos que conserva de Guerrilla. A muchos jugadores les sacará de quicio el haber prescindido del componente jugable tan abierto de la tercera entrega, haciendo que ignoren y repudien este nuevo Red Faction: Armageddon de forma totalmente injustificada. No se puede decir que el juego haya mejorado con la implementación de un desarrollo mucho más “pasillero” basado en la eliminación de bichos marcianos en detrimento de la libertad que nos proporcionaba Guerrilla. Únicamente se puede alegar que han querido hacer algo diferente, ni mejor ni peor, algo que en esta casa siempre alabamos y premiamos. Si antes nos recordaba a un GTA, ahora el mejor exponente para definirlo (y perdón por las comparaciones), sería Dead Space, pues no deja de ser un título de acción puro pero dotado de una atmosfera y de una ambientación oscura y agobiante, queriendo hacer cierto homenaje al Survival Horror.
Como ya se sabe, los juegos de acción viven un gran estancamiento por la falta de novedades y de innovación en sus propuestas, haciendo que todos los desarrolladores intenten implantar algo que caracterice y distinga a su título de la competencia. ¿Qué tiene este Armaggedon que le aleja de ser un shooter del montón? Su motor Geomod, principal responsable de las delicias y peculiaridades de esta saga, la capacidad de destruir todo el entorno que nos rodee con un motor de físicas soberbio, con total fluidez y sin ninguna molesta ralentización. Y es que lo que siempre ha sido el signo de distinción de esta saga y razón por la cual permanezca en el recuerdo de muchos es gracias a las posibilidades de destrucción de los escenarios, que aquí además ofrece un planteamiento todavía más interesante. “Demoliciones Volition” ha sabido destacar en su festival de casquería alienígena gracias a una serie de puntos: El primero sería, como ya se ha dicho, la posibilidad de destruir cualquier estructura del escenario; El segundo es la incorporación de un enorme y variadísimo arsenal de armas; desde simples fusiles de asalto o escopetas y lanzamisiles a pistolas laser, misiles de nano robots que destrozan todo lo que tocan, armas que engullen todo lo que les rodea mediante un agujero negro, una pistola magnética con la que podemos empalar a cualquier enemigo contra alguna estructura…. La cantidad es abrumadora, sin contar con el mítico martillo, capaz de hacer estragos cualquier cosa que se cruce en su camino. El tercero sería el poder de regenerar cualquier estructura destruida, pues a veces, entre tanto tiroteo, destruiremos estructuras que son imprescindibles que se mantengan intactas para seguir avanzando por los niveles, y es que no hay nada más placentero que demoler un repelente bicho con un lanzacohetes y luego regenerar algún puente para avanzar tranquilamente y completamente liberado de la idea de que el puñetero alien vuelva a tocarnos las narices.
Todavía hay algunos añadidos interesantes, claramente influenciado de otros videojuegos, pero que insuflan más diversión y cafrefria al invento de Volition. Tendremos la opción de mejorar muchas de nuestras capacidades destructivas mediante una serie de ordenadores esparcidos por los niveles que nos permiten mejorar nuestra salud, puntería, la cantidad de munición que podamos almacenar, así como mejorar una serie de capacidades de Manson como la posibilidad de crear un campo gravitatorio a nuestro alrededor para que los enemigos floten en el aire completamente vulnerables a merced de nuestro variopinto y hermoso armamento o volvernos invulnerables durante unos instantes, así como poder empujar todo ser viviente o estructura metálica causando su destrucción gracias a nuestra capacidad de impulso. Todas estas mejoras o añadidos se pagan mediante piezas que iremos adquiriendo con la muerte de nuestros visitantes marcianos así como las piezas mecánicas que caigan al destruir cualquier estructura mientras estemos enfrascados en nuestras faenas (vamos, que el juego incita a la destrucción).
¿Qué nos queda entonces por decir? Puede que Red Faction Armageddon no haya inventado la rueda, ni tampoco se presente como un título revolucionario al que además para su desgracia muchos le tildarán de recortado en comparación con la anterior entrega. Volition ha querido aspirar únicamente a crear una aventura de acción tan convencional como las que pululan en cualquier estantería de videojuegos pero otorgándole sus marcas de distinción personal, aspecto que consiguen con sumo acierto, proporcionando al jugador una cantidad inmensa de posibilidades a la hora de afrontar los innumerables tiroteos. Tampoco se puede pasar por alto sus múltiples referencias al survival horror, como la búsqueda de diarios de registro de audio. Todo ello hace de la nueva obra de Volition un juego tremendamente divertido y variado gracias a sus posibilidades de destrucción, su lograda física y su rico arsenal de armas.
También posee algunas fases donde pilotaremos tanques mecánicos y naves con el único objetivo de destruir todo lo que aparezca en pantalla, tampoco ofrece nada que no se haya visto antes pero no hay nada malo en ello cuando la única premisa es la de destruir. Así mismo dispone de un par de modos multijugador: Ruina y Forja. Uno sirve para sobrevivir a ingentes cantidades de enemigos con la ayuda de un compañero, mientras que el otro, sin ninguna duda el más logrado, nos induce a competir con un amigo a ver quién ocasiona mayor destrucción en los escenarios.
Sin embargo, y pese a sus grandes virtudes destructivas, Armageddon no se salva de grandes lacras que lo alejan de ser un Triple A. Para empezar, su ausencia de doblaje al castellano teniendo en cuenta que el anterior sí lo estaba, obligándonos a leer los subtítulos incluso en plena refriega, algo bastante complicado, la verdad. Otra lacra que no se puede pasar por alto también perteneciente a su localización es a la ausencia del subtitulado a la hora de escuchar los registros de audio, obligando al jugador a salir al menú principal para leer el contenido de cada registro si el inglés no es su fuerte. Tampoco se puede olvidar que pese a que el motor de Geomod nunca ha lucido tan bien, se echa en falta un trabajo a nivel gráfico más elaborado más allá de su impresionante motor físico, sobre todo teniendo en cuenta que el desarrollo del juego ahora no es tan abierto. Otro fallo es su falta de originalidad, y no únicamente en su mecánica jugable sino en su diseño artístico. Todo es demasiado repetitivo a las pocas horas, tornándose todo muy familiar: Personajes híper musculados con cabeza de billar (en Marte tiene que haber algo que les impida a sus habitantes que les crezca el pelo) que solo se les diferencia por el color de su piel, mismos escenarios de metal mohoso, poca variedad de enemigos (tres o cuatro contados) con un diseño más parecido al de un insecto.
Si perdonamos estos errores y pasamos por alto lo que a muchos les parecerá lo más difícil, el distanciamiento del género sandbox que ha tomado esta nueva entrega, obtendremos un título que pese a no ser nada revolucionario, nos depara unas grandes horas de diversión, pues cuenta con una duración más que aceptable (entre 10-12 horas) y una gran rejugabilidad para desbloquear todos sus trucos, secretos y mejoras, algo imposible en una sola partida. Y es que Armageddon no es sólo un título cafre, sino que invita a serlo todavía más cuantas más horas le dediquemos, el sueño húmedo de muchos jugadores. Su calidad como título de acción es intachable, un alto exponente en el género que ofrece una diversión absurdamente directa y placentera. Pese a aparentar ser un producto de consumo rápido o del típico “blockbuster” veraniego, es un juego de lo más notable y una de las propuestas más placentera. Armageddon sienta tan bien como un buen helado o un buen baño en la playa en estos calurosos días de verano. Si alguna vez soñasteis en tener una empresa de demoliciones, éste es vuestro juego. Lástima que THQ haya decidido cerrar las puertas a una nueva entrega debido a sus bajas ventas, lo cierto es que está saga nunca ha sido reconocida como realmente se merece.
Lo Mejor: Genial uso del motor Geomod, con un motor de físicas realmente logrado. Diversión rápida y directa de enorme calidad con alto componente arcade. Armas, muchas armas, con la suficiente variedad para afrontar las escaramuzas y tiroteos de múltiples maneras. Muy rejugable.
Lo Peor: Muchos lo repudiarán por su cambio de enfoque. Poca variedad de enemigos y diseño artístico, en general, muy típico. Los fallos en la subtitulación. Otro juego de acción más sin ofrecer nada nuevo, sino que bebe de muchos géneros, pero con las señas de identidad de Volition.
