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Análisis: Moon Hunters 1

Análisis: Moon Hunters

Nos encontramos con el enésimo caso de una empresa indie de videojuegos que nos pedía dinero en Kickstarter recurriendo a la nostalgia. Esta vez la promesa era un Zelda: A Link to the Past, ahí es nada, con una historia no lineal, escenarios generados aleatoriamente y la opción de cooperar hasta cuatro personas a la vez. Resultado: 6.044 patrocinadores y 178.986 dólares canadienses recaudados, de los 45.000 que pedían para llevarlo a cabo. Hasta aquí no puedo poner objeciones; aunque prefiero los proyectos y las ideas novedosas, también me toca el corazón la perspectiva de revivir un Zelda, un Mario o un Metroid. Bueno, en realidad no es así exactamente en mi caso, porque yo era de SEGA, pero esto no viene a cuento y me sirve el ejemplo. La cuestión, en la coyuntura de las remembranzas, es si el juego que esperamos llega a cumplir las expectativas. Veamos si sucede con Moon Hunters, de los canadienses Kitfox Games.

El juego es un RPG de acción, que a grandes rasgos toma prestadas algunas ideas de DiabloKing of Dragon PassCastle Crashers y Legend of Zelda. De este último es verdad que copia el aspecto general, sobre todo, usando una proyección oblicua para el escenario y una paleta colorida con sprites al viejo estilo de SNES. También los combates se desarrollan de un modo similar, enfrentándonos a distintos enemigos directamente en el cuerpo a cuerpo o con armas y poderes a media distancia, según el tipo de personaje que hayamos escogido, al tiempo que debemos esquivar sus ataques para que no mengüe nuestro indicador de salud.

En cuanto al argumento, partimos desde las inmediaciones de nuestra aldea natal, en la que se venera a la deidad lunar. Tras una introducción en la que nos familiarizaremos brevemente con el sistema de combate, asistiremos a la liturgia para adorar a la señora de la noche, pero la luna no aparece en el firmamento. ¿Qué ha podido suceder? Ahí empiezan nuestras pesquisas, que nos llevarán a explorar las distintas aldeas y parajes vecinos, con la sospecha de que el reciente culto al guerrero dios solar puede estar involucrado en el incidente.

Análisis: Moon Hunters 2

Lo más interesante del juego, para empezar, es que podemos iniciar la aventura con otros tres amiguetes, como ya explicaba al principio. Es aquí donde vienen las peleas por escoger al personaje; que si yo quiero al mago, que si ese no vale nada, que si a mí me da igual. Pasado ese trámite primordial, el periplo consiste en atravesar varias regiones acabando con todos los enemigos que nos abordan, a base de machacar botones con más o menos orden y pericia, intercalando ocasionales conversaciones con diferentes personajes del juego y algunas escenas de transición que nos irán narrando los acontecimientos. Por el camino iremos consiguiendo dinero que nos valdrá para comprar nuevas habilidades a los mercaderes que encontremos; es importante señalar que las compras se limitan solamente a esto, puesto que no existe el habitual mercadeo de objetos y equipaje de otros juegos de rol.

Sin embargo, sí existe una ficha de atributos para definir a los personajes. Para mejorar la puntuación de estas características particulares será necesario entablar conversaciones o examinar los diferentes eventos que nos vayamos encontrando en nuestro viaje exploratorio. Esto nos abrirá una ventana de diálogo o de información en la que tendremos que escoger como resultado una respuesta entre dos posibles. Dependiendo de nuestra elección, variarán unos atributos u otros, moldeando así el tipo de jugador que queremos formar, como viene siendo habitual en otros RPG. Así mismo, también al finalizar la jornada, que en este juego se formaliza al acabar cada escenario, podemos escoger entre varias acciones que nos otorgarán más puntos en los distintos rasgos asociados.

Hablaba al principio de que los escenarios se generan de forma aleatoria. El atractivo de esta opción, tan característica de los llamados roguelike y que tan de moda parece haberse puesto últimamente como recurso para otros videojuegos de géneros distintos, es que cada nueva partida es distinta a la anterior si está bien implementado el invento, siendo este el incentivo para empezar el juego desde el principio. El problema de Moon Hunters es que, una vez pasado el efecto inicial de sorpresa con los magníficos gráficos, todos los escenarios parecen ser un pastiche, con lo que la sensación, a la larga, es de repetición. También considero equivocada la estructura argumental, y es aquí donde encuentro probablemente el error más grave. La historia es siempre la misma y tiene una limitación de tiempo impuesta, de manera que invariablemente llegaremos al final en poco menos de dos horas de juego. Tengamos en cuenta que en cada partida y en ese par de horas habremos de asistir repetidamente a la misma introducción y conversaciones con los personajes clave de la historia. Aunque tras finalizar el juego se añaden detalles argumentales y desbloqueamos personajes y escenarios, el armazón principal de la trama es siempre idéntico. Aburre volver a leer los mismos diálogos una y otra vez.

Análisis: Moon Hunters 3

Es cierto que Moon Hunters tiene un aspecto gráfico precioso y también la banda sonora, aunque acaba cansando, contiene algunas melodías originales y evocadoras que encajan muy bien con el contenido y la ambientación que se le quiere dar. Pero al fin y al cabo no es más que un envoltorio, al igual que la inclusión de la mitología, el supuesto misticismo de los diálogos y el conjunto de la historia. No es suficiente, ya que Moon Hunters adolece también de otros defectos, además de los que señalaba. Demasiados, por desgracia. En el caso de A Link to the Past, por ejemplo, la maravilla como juego de exploración se conseguía al construir un mundo repleto de enigmas, puzles y laberintos. Moon Hunters, sin embargo, se nos presenta también como un juego de investigación, pero carece de cualquiera de estos elementos. Podríamos compararlo entonces con Diablo, en el que prevalece el combate y la sensación de descubrimiento se logra con cada nueva catacumba o misión completada. Pero en Moon Hunters no hay objetos con los que mejorar a los personajes, recurso que suele funcionar muy bien en los RPG, ni tampoco misiones adyacentes a la trama principal, por otra parte de desarrollo muy esquemático, sin un solo giro argumental.

Por si no fueran suficientes defectos los señalados, tampoco funciona bien Moon Hunters como hack and slash, puesto que la inteligencia artificial de los enemigos, no muy variados, por cierto, es un completo desastre. Los movimientos están poco trabajados y el resultado es que todos se comportan de forma similar, lanzándose al ataque en manada y a melé. Además, existen fallos de diseño que provocan congelaciones o que se queden enganchados con los obstáculos del terreno. Cualquier combate se convierte en una repetición de esquemas sin apenas estrategia, ni por parte del jugador ni del enemigo. Por otro lado, no todos los personajes están bien equilibrados, pudiendo resultar el juego un sencillo paseo según cuál escojamos, sobre todo si jugamos en equipo.

En definitiva, Moon Hunters comete demasiados errores. Por muy bonito que sea, por muy buena que fuera la idea original de sus programadores, el resultado no cumple con mis expectativas. Solamente lo recomendaría como opción para pasar un rato agradable jugándolo en familia, siempre que nos conformemos con un reto sencillo y un argumento poco trabajado.