“-ES UN TIPO HORRIBLE, DA MIEDO. -DAR MIEDO ES SU OFICIO.” – El Padrino
por Twinsen
Han pasado ocho años desde que Mafia hiciera su aparición en el mundo de los videojuegos. Ocho años en el que el título de 2K Czech ha ido convirtiéndose en un referente a nivel argumental y sobre todo en un título de culto. Ocho años en los que todos aquellos que se quedaron maravillados con su guión y ambientación han estado imaginando una secuela con la tecnología actual que llevase la saga a lo mas alto del Olimpo de los videojuegos. Lamentablemente para ellos y para mi, habrá que seguir esperando.
El mejor momento de este Mafia II transcurre durante la primera media hora de juego. Vito Scaletta regresa a casa para recuperarse de una herida de guerra sufrida durante la invasión aliada en Sicilia durante la Segunda Guerra Mundial. Vito recorre el camino del taxi a casa mientras suena Let it Snow de Dean Martin, y efectivamente es una navidad con nieve, pero una navidad en la América de 1944. Una América triste a causa de la guerra que recibe a Vito con total indiferencia. Ese camino a casa mientras te cruzas con vecinos y vas dándote cuenta de lo poco que ha cambiado todo desde que te marchaste para terminar con la revelación SPOILER del fallecimiento de tu padre SPOILER es el único momento emotivo Mafia II. El problema es que el juego prácticamente ni ha empezado.
Después de esto el título se olvida completamente del personaje principal, manipulándolo y conviertiéndole, ya no en un estereotipo mafioso, sino en un personaje completamente anodino y carente de la mas mínima empatía. Tampoco esto sería un gran problema si el resto de personajes tuviesen algo de profundidad, pero quitando el mejor amigo de Vito, Joe Bárbaro, el resto son tremendamente planos. Esto es doblemente doloroso puesto que hay momentos en los que algún secundario parece que va tener algo que decir, pero se disuelve rápidamente quedando en el olvido.Y no será por falta de cinemáticas, las hay a cientos y realizadas con corrección pero no logran calarnos. En pocas palabras, ninguno de los personajes de Mafia II permanecerá en tu memoria. Mal vamos.
A partir de aquí la historia viaja completamente a la deriva. Nuestro ascenso al poder es errático y se basa mas en la insistencia que en el talento. Al principio se nos da una motivación para empezar a delinquir, pero Vito no parece cuestionarse en modo alguno sus actos. Actúa como si siguiera siendo un soldado, lo cual podría ser parte del argumento, pero mas bien parece una cerencia en si mismo que una elipsis emocional. Como el juego no nos proporciona la profundidad necesaria con nuestro protagonista, hemos de ser nosotros mismos los que tiremos del carro para intuir las motivaciones de nuestro ingreso en el mundo del crimen, lo cual te desplaza completamente fuera de la historia, dejándote casi con la única motivación de como será la siguiente misión.
Hablando de las misiones o situaciones en las que nos veremos envueltos he de decir que en general cumplen, aunque volvemos de nuevo a la falta de coherencia. Quitando un par de veces, todas las misiones del juego nos salen mal. Lo cual hace que te cuestiones que tipo de organización permite el ascenso de dos tipos que siempre tienen problemas en cada uno de los trabajos realizados y la mayoría acaban convirtiéndose en un baño de sangre. Si bien las misiones son muy variadas, todas siguen el patrón de ve a tal sitio -> haz esto -> algo sale mal -> cárgate a todo dios -> huye. Repito que esto no sucede en TODAS las misiones, pero la mayoría de ellas son exactamente así. Uno espera que le den la posibilidad de que si algo sale mal puedas resolverlo a balazos, pero que si la cosa consiste en cargarse a alguien y no ser visto que te dejen al menos intentarlo. Aún así no sería justo decir que las misiones son aburridas, simplemente no son lo que se espera de un título como Mafia II. Mención especial para un magnífico guiño hacia el primer título en una de las misiones.
Alguno estará pensando que la profundidad al personaje no se lo dan solo las misiones, sino que el contexto, la ciudad y todo lo que se puede hacer en ella ayudan a integrarle en la trama. Pues si y no. Si, eso normalmente ayuda. No, no hay misiones secundarias, y no, no hay nada que hacer en Empire Bay. Y eso que Empire Bay cumple con todo lo que se esperaba de ella. Es grande, es una mezcla muy interesante entre Nueva York y Chicago y para colmo es cambiante. A los ciclos día/noche-lluvia/nieve/sol hay que sumarle el paso de los años. Conoceremos dos Empire Bay bien distintas. La primera será durante los años 40, cuando EEUU aún está inmerso en la guerra, y nos mostrará una ciudad triste y gris. Los ciudadanos tienen un aspecto desalentador y en general cumple con la sensación de ofrecer la imagen de un país angustiado. La segunda Empire Bay es la de los años 50. América vuelve a convertirse en una adolescente deseosa de divertirse y eso puede apreciarse en todo el entorno, desde los coches a la moda, incluso el tiempo parecerá que ha cambiado. Como decíamos, una ciudad preciosa, solo que completamente intocable.
Mafia II tiene un problema sencillo que lastra todo el título. No sabe lo que quiere. Al igual que nuestro protagonista, parece que los diseñadores han incluido elementos sin saber muy bien por qué. El dinero, a menos que tu ilusión sea coleccionar armas y trajes no sirve absolutamente para nada. Las armas las consigues a cientos por misión y tres trajes cumplen los deseos de la mayoría. También puedes comer en restaurantes para recuperar salud, cosa que solo hará una vez y pintar tu coche o personalizar la matrícula pero el título no te invita a realizar nada de esto. Por cierto, los coches gastan gasolina y puedes repostar, pero jamás lo vas a necesitar. Se ha rebajado el nivel de exigencia de la policia, ahora no te multará a la mínima, pero no importa, puesto que huir de ella es tan sencillo como doblar una esquina sin que te vean, y eso que han incluido dos niveles de alerta. Uno para tu vehículo y otro para tu aspecto. Esto podía haber servido para obligarte a cambiar de aspecto, corte de pelo…que se yo, pero tampoco, así que se limitan a olvidarse de ti con el tiempo.
Todo en Mafia II parece diseñado exclusivamente para mirar. Los trayectos hacia las misiones se convierten en agradables paseos en coche hasta la última punta del mapa escuchando la radio y disfrutando de la ciudad. Tanto es así que se ha facilitado en exceso la conducción, aunque te la puedas poner en nivel “realista”, pero es casi igual que en el nivel normal. Los tiroteos son una delicia visual y tanto los movimientos de Vito en las coberturas como la de los enemigos al caer o recibir un balazo están realmente conseguidos, pero en conjunto no llegan a los niveles de otros títulos en 3ª persona, a parte de resultar francamente sencillos gracias a la autoregeneración de energía. Luego queda el trayecto de vuelta a casa, que pasa de convertirse en una delicia a resultar desesperante.
Creo que lo que encumbró el primer título de la saga ha destrozado esta secuela y no es otra cosa que el valor. Existe una falta de riesgo evidente en casi todos los apartados de Mafia II. Donde Mafia se distinguía de la serie GTA era precisamente en sus consecuencias, no se podía hacer nada mínimamente fuera de la ley puesto que prácticamente te condenaba. Te obligaba a vivir/conducir como si de un auténtico gangster se tratara. La iniciación dentro de la familia era lenta pero satisfactoria y las decisiones del protagonista se sustentaban sobre sólidos pilares narrativos que desembocaban en las ya sabidas consecuencias finales. Mafia II carece de todo esto, no mejora en absolutamente nada a su antecesor (salvo en el apartado gráfico, lógicamente) y eso es algo completamente inaceptable.
“EN ESTE MUNDO ERES LO QUE ERES, Y SE PUEDEN HACER DOS COSAS: O ERES ALGUIEN O NO ERES NADIE” – American Gangster
por Directorscut
Ha llovido mucho desde la aparición del primer Mafia hace ya 8 años. Desde entonces han aparecido nuevas mecánicas jugables y muchas de las que ya estaban han ido adquiriendo una evolución progresiva. Esta nueva entrega es una muestra de ello. El título no se aleja demasiado de los clásicos juegos de acción y aventura en tercera persona que nos podemos encontrar en el actual mercado, con su inseparable sistema de cobertura. Aún así, Mafia va algo más lejos, demostrando que pese a que sigue los cánones propios de la actualidad en el género, lo hace con personalidad propia. Con una ejecución de los tiroteos de lo más realista. No se puede negar que es todo un espectáculo. La IA de nuestros enemigos es más que aceptable, no siempre se quedan detrás de la misma cobertura, sino que se mueven al ver que son destruidas y huyen cuando se ven superados ante nuestro poder destructivo. Lo mismo se podría decir de la IA aliada, uno de los aspectos en los que palidecía su primera entrega, aquí nuestros compañeros sí que son verdaderamente útiles. Por si fuera poco, el juego se muestra verdaderamente espectacular en esos momentos, con un cuidado de las animaciones fenomenal y con muchas posibilidades de afrontar cada escaramuza que lo hace un trabajo verdaderamente exquisito. No solo eso, sino que no se hace nada repetitivo, en parte, gracias a su historia, que consigue que el plantel de las misiones no decaiga y se muestre lo suficientemente variada. No hay dos misiones iguales, o al menos, el contexto y su trama hacen que lo parezca, estimulando más al jugador.
Al contrario que la primera entrega junto con la aparición de numerosos títulos de misma índole, Mafia II no da la sensación de ser un título muy ambicioso, pero lo compensa con un aspecto que tiene un peso mayor: Pasión. Y es que 2k Czech ha imprimido amor y cuidado en todos los aspectos del juego para sumergirnos en la época de los años 40 y 50 y el resultado no podía ser mejor. No sería nada desorbitado el afirmar que todas las carencias del título se ven compensadas gracias a su impecable ambientación. Empire Bay no es la urbe más grande que hayamos visto en un videojuego, ni tampoco la más viva, pero en ella se respira autenticidad y bastan solo unos segundos para adentrarnos en esa fascinante época. Dicha ambientación nos facilita también a la hora de meternos en el papel de la Cosa Nostra. Al igual que el primer Mafia, es fácil sentirse un gánster que trabaja para el crimen organizado italoamericano. Si no lo consigue ninguno de estos apartados, lo hará la brillante selección musical escogida por la compañía checa. Pese a que la banda sonora orquestal no destaque tanto, pese a que tiene temas absolutamente brillantes, las canciones que iremos escuchando a lo largo de nuestras desventuras por Empire Bay rayan el sobresaliente. Y es que matar gánsteres, delinquir y conducir al ritmo de canciones de Dean Martin o Chuck Berry entre otros, no tiene precio. Otro aspecto que choca pero que también es muy bien recibido, es su concepción de la Mafia, y es que pese a que todo lo trata de forma cruda y realista, el estudio checo no se ha cortado en querer dotarle al juego de ciertas dosis de humor poniendo de forma paródica la mayoría de tópicos y clichés que se conocen del crimen organizado en forma jugable que conseguirán sonsacarnos más de una carcajada.
Creednos cuando decimos que tiene momentos impagables. Mafia II será criticado por ser una copia limitada de GTA o de Just Cause, cuando hay que tener en cuenta que 2K Czech no buscaba crear un título sandbox. Todos los elementos jugables están al servicio de la historia. Que dicho aspecto te guste o no es más problema tuyo que de 2K Zcech. En ese sentido, aquellos que jugaron a la primera entrega, serán los que mejor disfruten del juego y los que también sabrán valorar y saborear sus virtudes. Verán que las principales señas de identidad en su jugabilidad se han mantenido, pese a que esta entrega no suponga un reto jugable como su predecesora. Por si fuera poco, el estudio checo en uno de los movimientos más inteligentes y que seguramente serán de mayor agrado por los fans, han añadido una serie de guiños y homenajes a la primera entrega, como algunas melodías clásicas en la radio y algún que otro tramo argumental que a más de uno se le pondrá la piel de gallina. Llegadas a estas alturas, uno debería preguntarse qué es lo que se esperaba de este Mafia II, pues para lo bueno y para lo malo, esta entrega se muestra muy fiel respecto a su antecesora en lo que se refiere a planteamiento y mecánicas jugables, solo que algo más suavizado en su dificultad y con una historia muy atractiva pero con ciertos altibajos. Pese a ello mantiene uno de los aspectos que hizo destacar al primer Mafia: Su impecable ambientación, junto con unos gráficos que aunque no sean los mejores que hay, sí que están muy trabajados y cuidados, sobre todo los modelos de sus personajes. Es estúpido preguntarse si este juego supera a su antecesor, no lo hace, pero eso ya lo sabíamos todos antes de catarlo. Es imposible superar a un clásico convertido en leyenda. Pero por lo menos, sí que podemos afirmar que está a la altura y lo más importante: Es divertido y sabe enganchar.