Que pequeño que se siente uno al hablar de un título como Arkanoid. Una idea muy elemental, posiblemente inspirada en el PONG, desarrollada por Akira Fujita y programada por Yasumasa Sasabe en 1986 para Taito, se trataba en realidad de la actualización de un título denominado Super Breakout que data de 1978. Su innovador argumento e introducción y una banda sonora excepcional, configuraban el envoltorio perfecto. Fue adaptado a Spectrum por Imagine en 1987, y sirvió de inspiración para otros títulos originales y clones, en prácticamente todas las plataformas existentes en el mercado.
Arkanoid añadía la lógica de los power-ups que se obtenían al romper algunos ladrillos y también la inclusión de enemigos, definidos como obstáculos para la trayectoria de la pelota. Hasta el momento, únicamente nos teníamos que preocupar por controlar la barra inferior para evitar que la pelota cayera, pero ahora también teníamos que decidir si beneficiarnos de los power-ups (entre los que se incluían vidas, puerta a la siguiente pantalla, imán, multiplicador, disparo) o continuar jugando. Además de tener que decidir en el último segundo, la velocidad de la pelota se incrementaba, lo que provocaba que el gameplay fuera más frenético y adictivo, con una dificultad digna de la época.
Especial mención a la banda sonora de la versión para Spectrum, compuesta y adaptada por Mark R. Jones, que aparecía en la pantalla de título y durante los textos iniciales antes de empezar la partida. Mark trabajó para Ocean Software en los 80, como diseñador gráfico y programador.
Arkanoid fue y es un título muy popular cuya mecánica aún está presente en títulos actuales, hasta el punto de convertirse en el precursor de un género propio. La lista de adaptaciones de Arkanoid hasta la fecha ronda los cincuenta títulos, así que puede afirmarse que casi cualquier persona ha jugado a Arkanoid alguna vez en su vida.