Quizá debería haber titulado este artículo “Batman y el suicidio colectivo” o “aprende a disfrutar de la paciencia: Batman de nes”, pero no seria justo. Me costó un cojón terminar este juego, así que este artículo podría ser un ensayo sobre el dolor, pero insisto, no seria justo.
Este juego salió cuando todos estábamos comprando merchandising de Batman sin parar, porque en el cine estaban echando la gran peli del mismo nombre. Mi papá me compró el juego en el Corte Inglés supongo después de ver el careto de imbécil que se me puso viéndolo en acción, y no tuve malas notas. No recuerdo la fecha exacta en la que lo jugué, pero costaba 7.990 pesetas, 50 EURAZOS al cambio actual.
El juego no se basa demasiado en la película, por suerte. Recuerdo unos cuantos juegos de la época en los que la película fue simplemente una excusa… Siempre respetaré esta versión porque no se parecía a ninguno de los juegos que aparecieron en aquél momento para Spectrum, Amstrad o incluso Game Boy, versión de la que me gustaría hablar en otro momento.
Elegante es el adjetivo que más se ajusta al diseño, presentación y ambientación. La buena costumbre de estrenar un juego dejando ver la intro en este caso está más que justificada, no sólo por el temazo introductorio del menú principal, al que seguían unas imágenes de Gotham City y Vicky Vale y el Jocker, mientras se desarrolla una melodía exprimiendo el hardware de sonido de la NES como si fuera un limón, había algo más.
Me he dado cuenta que sólo he llegado hasta la intro del juego y ya he hablado dos veces de la música. Naoki Kodaka tiene la culpa de todo, el muy cabrón se follaba el chip de sonido de formas que nadie sabía ni había utilizado hasta la fecha. Su trayectoria llega hasta 1997 y en la wikipedia podéis ver de todo lo que ha sido capaz este señor.
Desde que he empezado a escribir este articulo tenia claro que un párrafo lo iba a dedicar a la que considero la mayor “curiosidad” de este juego. A alguien se le ocurrió cambiar el select por el start, así que pulsando select pausabas el juego, y con el start seleccionabas el arma. Me cago en tu puta madre, ¿a quién en su sano juicio se le ocurre vender este juego así?. El caso es que he buscado mucho en internet si existe un por qué, pero no he encontrado nada, pero estas cosas están los comentarios, así que si alguno sabe la respuesta será mi nuevo mejor amigo.
La clave de la mecánica de Batman es el salto sobre el muro, es decir, la posibilidad de saltar hacía un muro y volver a saltar en la otra dirección muy a lo Ninja Gaiden, sin duda este punto era especialmente divertido porque suponía un reto alcanzar algunas plataformas, sobre todo en niveles más avanzados donde tirar la consola por la ventana era algo razonable. Otra de las mecánicas es la selección de armas, ya que una correcta selección sobre todo en jefes finales marcaba la diferencia. El enemigo final del Nivel 3 es un ejemplo muy claro.
El juego culmina en un crescendo de dificultad, música y neoclasicismo pixeliano que consigue que te acuerdes de él durante toda la vida. Cualquiera que presuma de tener una NES debería haberse cargado al Jocker unas cuantas veces… Creo que se trata de una experiencia muy intensa, dinámica y seria, que ha envejecido muy bien. Existen muchos juegos de Batman a reivindicar antes de Arkham Asylum, pero eso es otra historia que deberá ser contada en otro momento.
Por cierto:
Have you ever danced with the devil, in the pale moonlight?