Exite un género que (corríjanme si me equivoco) creo que inauguró de alguna manera Braid, que es el de los plataformas «con cabeza» y terriblemente bonitos. Tras ese destape del corcho, de la botella han ido precipitándose un montón de títulos para revitalizar un género que lo pasó francamente mal con la revolución de las tres dimensiones, y qué alegría tenerlo de vuelta, ¿eh? Dentro de esta misma forma de entender el videojuego han ido surgiendo también, quizá como subgénero cargado de amor, los plataformas con protagonista bonico, «cute» que dirían los angloparlantes o los cursis.
Porque el protagonista de Systole es bonico a rabiar: un robotillo que despierta en un mundo mecánico venido a menos, creado en un útero de metal. A partir de ahí tiene un viaje de descubrimiento por delante, explorando el lugar que le ha visto nacer, las circunstancias por las que ha sido creado y, en el fondo, a sí mismo. ¡Un viaje de autorevelación protagonizado por un robot enternecedor! Si habláramos de una aventura gráfica lo haríamos del imprescindible Machinarium, pero lo que nos traen los venezolanos COCO Colective Consciousness es uno de los mentados plataformas, esta vez con habilidades magnéticas que usaremos para avanzar.Systole promete plataformas desafiantes y puzzles en los que debemos usar los imanes para balancearnos y engancharnos, con distintas máscaras que cambiarán nuestros poderes mientras nos enseñan recuerdos de otros robots… Pero el equipo insiste en que sus puntos fuertes son el setting (el Mundo Madre, representado por distintas partes del cuerpo mecanizadas) y la historia que han escrito para la ocasión.
De momento es poco lo que puede intuirse, pero me gusta la idea que hay detrás y lo poco que he podido ver. Si le queréis dar un tiento hay un prototipo jugable en su página de Greenlight (en el botón de abajo), pero tened en cuenta que es de un estado muy inicial de desarrollo.Web de SystoleGreenlight
