El malvado, y no muy listo, Tao-Bao ha raptado a la hermana de Bruce Lee vaya usted a saber por qué, y está esperando a que éste venga a rescatarla a su palacio como el malo de pacotilla que es. Guardias infinitos tratarán de detener a Bruce (El Dragón), pero todos sabemos quien ganará esta batalla.
En los 80 Bruce Lee era mucho más que el icono pop en el que hemos transformado su imagen, era lo puto máximo a lo que podía aspirar un infante, un adolescente o un yonki. Si, alguna vez habría que hacer un estudio acerca de la atracción que sentían los yonkis de mi barrio hacia Bruce Lee, gracias a lo cual vivimos algún que otro episodio cómico en el que siempre había un nunchaku de por medio. En fin, a lo que iba, Bruce Lee. Bruce Lee con su cuerpo fibroso. Bruce Lee dando hostias como panes mientras gritaba y decía cosas inteligibles. Bruce Lee cuando no era el Bruce Lee de verdad porque habías alquilado una película suya en el videoclub y te habían dado chino por chino-americano sin darte cuenta.
En ese contexto díganme ustedes cómo íbamos a resistirnos al título de Datasoft Inc. Un beat’em up plataformero creado por Ron J.Fortier y Kelly Day, cuya música realizada por John A. Fitzpatrick nos ponía a 100 según terminaba de cargar. El juego en perspectiva tampoco es que fuese toda una revolución. Te pasabas todo el tiempo saltando y lanzando patadas voladoras y además Bruce era un poco mierda y te hostiaban con cierta facilidad. Sin embargo contenía algunos logros interesantes, como una I.A. en los enemigos bastante currada y distintos elementos del escenario que te hacían daño tanto a ti como a ellos, lo cual servía para planear estrategias y utilizar el escenario a tu favor.
Casi 30 años después, Bruno Marcos se ha marcado una secuela no oficial que respeta todos los ingredientes del original empezando por sus gráficos. Nada de remake ni leches, puro Commodore 64 llevado al siglo XXI. Por lo demás nos encontramos con lo mismo de siempre, saltos, patadas voladoras, enemigos incansables e infinitos y diversión old-school para los más nostálgicos o para aquellos que quieran darse un paseo por la edad media del videojuego.
Todo el título ha sido diseñado con la herramienta Arcade Game Studio, la cual tenéis disponible en la página oficial del autor.
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