En el ya lejano diciembre de 2013 un videojuego indie sobre supervivencia en una isla remota tras un accidente de aviación luchaba por hacerse un hueco en Kickstarter. Aquí hablamos de él, por cierto. Y quizá los más jóvenes no recuerdan esa época, pero 2013 fue el año del crowdfunding, en el que todo lo petaba fortísimo y a la vez había que competir con un mogollón de proyectos que van saliendo. Ese juego era Dyscourse, y llegó por poco a su meta (bastante humilde). Ahora está por fin disponible.
Aparte de ese estilo a medio camino entre recortable y cartoon (me recuerda a TearAway) tan bonito, lo más interesante del título de Owlchemy Labs es la idea que tiene de jugabilidad emergente. Partiendo desde el accidente se genera cada partida, y mientras vamos tomando decisiones se crean otras posibilidades. Todo funcionando a modo casi de novela de las de «elige tu propia aventura», con más de 120.000 palabras en el corpus total del juego.A tanta tragedia se une un claro sentido del humor ya desde el principio, que nos da una protagonista llamada Rita que es una graduada en bellas artes que trabaja de barista. Entre las situaciones que habrá que afrontar habrá cosas como sobrevivir a los ataques de animales, fabricar una barcaza o darse con el canibalismo (que bueno, ya que alguien se ha muerto y el cadáver está ahí, sería una pena que se echara a perder…)
Así que ya saben: si quieren sentirse un poco como en El señor de las moscas pero con un aspecto bonito y tierno, quizás esto sea lo que llevan tanto tiempo esperando, degenerados.Dyscourse en Steam
