La sombra de Monument Valley es muy alargada, o quizás es que se ha hecho tan grande que aunque no tenga que ver con muchas cosas de las que hablamos, acabamos indudablemente viéndolo ahí. En los tonos pastel, en la paz isométrica y la serenidad a través de la resolución de puzles. No lo sé, oigan, probablemente sea mis ganas de verlo en todos sitios, aunque no tenga lugar en ellos.
Coffee Pot Terrarium (qué nombre tan curioso), al menos, sí que parece un pariente cercano. No su hijo, tampoco su nieto, pero al menos un primo peculiar que tenga mucho en común con él. Es isométrico, comparte el gusto por la belleza minimalista, y en él hay que resolver puzles para avanzar. Pero a partir de ahí divergen y se va por otro camino. Vean, vean.Aquí hay enemigos, y puede venir a la cabeza cualquier videojuego de estrategia con combates tácticos por turnos. Sólo que nuestro personaje no se va a enfrentar directamente a los enemigos. Lo que hará será interactuar (por turnos, sí) con el escenario, con una suerte de bloquemancia: alzar o hundir los bloques que forman el camino, a la vez que se coloca en distintas partes del escenario para que no le afecte el cambio en la orografía. Así podremos tirar al agua a los malvados bichos que nos acosan o escapar creando nuevas sendas.
Hay una paz serena y extraña en Coffee Pot Terrarium, una belleza que invita a no perdérselo. Añádanle puntos de cariño sabiendo que se trata de un videojuego familiar, hecho por dos hermanos que se hacen llamar Brothers Flint. Si les gusta, lo tienen ya disponible en PC, Linux y Mac.Página OficialSteam
