Viridi: Jardín virtual

Viridi: Jardín virtual 1

No sé hasta qué punto es algo común a toda España, pero al menos en Gran Canaria los huertos urbanos están petándolo muy fuerte. Y oiga, qué buena idea que son: darte una parcelita para que vayas a allí y plantes tus tomates, zanahoras, pimientos o lo que se te ocurra, con la ayuda de alguien QUE SEPA del tema y te seque las lágrimas de urbanita QUE NO ENTIENDE NADA de cuando en cuando. Pero esto tampoco es importante si lo que uno quiere es cultivar: cada vez se une más gente al fenómeno del autocultivo, teniendo su pequeño huertecillo en el recoveco que su casa se lo permita.

Si usted, lector, está en uno de esos dos grupos, quizá Viridi no le interese. Para los que son igual de manazas y holgazanes que yo, pero aún quieren tener una décima parte de lo que se siente sembrando, ay, para ellos sí.Viridi está en esa frontera entre lo que son los videojuegos y otra cosa, a saber cuál. Nace en formato escritorio pero también como app para móviles, y desde Ice Water Games (Eidolon) no pretenden más que darnos una experiencia agradable, un bonito refugio al que volver de cuando en cuando para relajarnos.

Cuando “juguemos” con él recibiremos una maceta persistente, y en ningún momento habrá final del juego. Podremos irla reorganizando, sembrar distintas plantas…y al final ver cómo crecen y embelesarnos con la suma del proceso, su estética low-poly y su música minimalista. Un poco como en Mountain Among Ripples, por compararlo con algo.A mí este tipo de experimentos me encantan, llámense videojuegos, simuladores o apps zen. Por eso he ido corriendo a darles un poco de cariño en Greenlight, y por eso pueden ustedes emularme si así lo desean.Greenlight

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