Escribo este artículo tras leer la buena noticia de que la siguiente versión de Android, Ice Cream Sandwich, permitirá conectar dispositivos USB y que éstos funcionen como controles. En mi opinión en algunas páginas se toma esto un poco a la ligera. Afirman, por ejemplo, que dado que muchos de los smartphones ya traen conexión HDMI y dada la potencia actual que están alcanzando los procesadores móviles, ya hablan de que el dispositivo puede convertirse en una consola.
No me entendáis mal, esto es una buena noticia. Este pequeño artículo sólo pretende hacer más visible el hecho de que un pepino, por muy potente que sea, y por mucha compatibilidad que tenga con mandos, eso no le convierte en una consola. Quizá si pueda considerarse como tal en el sentido más estricto del término, pero entonces la gamestation que suelen tener en las tómbolas de las ferias también es una consola. Esta funcionalidad se está planteando desde la prensa del sector como un argumento de venta más.
Tampoco esto es nuevo, hemos visto más de un intento de dispositivos android de querer convertirse en una consola. Además de que a una consola la hacen sus juegos, una consola debe tener alma y personalidad, y estos equipos parecen la ración prefabricada de videojuegos que comentan Edward Norton y Tyler Durden en la escena del avión en el que se conocen, en el Club de la Lucha: si se plantea simplemente como una característica más de nuestro Smartphone o Tablet, llevar una consola que puedas conectar en cualquier TV en cualquier momento, con una calidad gráfica decente y la posibilidad de controlarla con un mando, mola, pero insisto en que falta trabajo para que pueda llamarse consola.
Decía que es una buena noticia porque si consiguen esa compatibilidad con mandos inalámbricos que tengan una pegatina del tipo “android enabled” y juegos que exploten esa funcionalidad, podremos empezar a ver si esto tiene sentido, dependiendo siempre del contenido en forma de juegos. Siempre nos hemos quejado de los controles táctiles en los juegos en los que molesta poner los dedos sobre la pantalla. A día de hoy, no creo que se pueda llamar consola, quizá proyector, o adaptador, o algo así, pero una consola es algo más. Se acercaría más si consiguiéramos jugar al contenido del Xperia Play en cualquier android, tal y como pretende Sony, o como dice @_Twinsen_, “que se pueda conectar a OnLive, y ya está”.