La mecánica de conducción da para mucho. De hecho, aunque a mí en lo personal los videojuegos más clásicos de carreras y de conducir no me sugieren casi nada, puedo enumerar unos cuantos en los que el coche es parte pero no protagonista que me encantan. Ahí está Glitchhikers alzándose entre los demás, por lo menos hasta que llegue Dead Static Drive. Pero no les descubro nada que no haya hecho mejor Nicolas Winding Refn: una cosa es conducir, y otra bien distinta, conducir. Por eso, sin mucho más preámbulos, voy a presentarles Titan Chaser, otro videojuego de coches que no (sólo) va de manejar coches.
Desarrollado por Stas Shostak, un creador ucraniano detrás de otros juegos como Katana Kata, Titan Chaser es una suerte de combinación entre Shadow of the Colossus y un videojuego de conducción. Aunque la comparación con el videojuego de Team ICO aquí es más estética que mecánica: esto no va de perseguir y matar a enormes colosos, sino más bien de alejarlos de la ciudad que están tratando de aprehender con los faros de nuestro coche como única ayuda. Básicamente eso, correr con el coche, perseguirlos y ser perseguido, lograr que se fijen en la luz y dejen en paz la ciudad sin armas ni combates.
Siempre intento no dejarme llevar por el hype en los tráilers, no permitir que las sensaciones se apoderen de mí cuando vengo a contarles algo. Pero son once años ya y nos conocemos. Esto me parece tremendo, no tengo mucho más que decir. La ciudad neblinosa, la lluvia chocando contra el parabrisas… todo me parece un ejercicio increíblemente estético, una oscuridad que uno querría alumbrar. Desconozco de resto cómo funcionará el juego, pero desde aquí me voy a dar el gustazo de afirmar que tiene ser bueno sí o sí.