Puesto que SOY VIEJO, recuerdo cuando Dylan dejó a Brenda y ésta se tiró varios días encerrada en su habitación escuchando una y otra vez Losing My Religion de REM. No tengo ni idea de qué hará la juventud de ahora pero imagino que será algo parecido con el artista melancólico de turno y escribiendo muy fuerte en su muro de facebook lo tristes y solos que están. Los más audaces lo contarán por youtube, pero eso ya me da directamente escalofríos.
El caso es que a veces necesitamos que todo lo que nos rodea acompañe nuestra tristeza, y aquí el videojuego no destaca por su oferta. Hay juegos tristes, e incluso hay alguno que se atreve a encarar el tema de las relaciones de pareja, pero pocos lo abordan desde la perspectiva de The End of the World. En declaraciones a Kill Screen, su autor Sean Wenham, comentaba lo siguiente:Hace tres años acababa de salir de una larga relación. Me sentía triste y quería jugar a un juego que hablara de mi tristeza al igual que lo hacen algunas canciones. Después de escuchar una canción llamada The End of the World de una cantante de los 60 de mi país (Brenda Lee), tuve la idea de hacer este juego.En The End of the World asumimos el papel de un personaje sin nombre mientras pasea por las ruinas de Newcastle. Es fácil imaginar que las ruinas de lo que era una ciudad próspera ahora desmoronándose representan la relación terminada del protagonista, y los recuerdos que de ella se impregnan en cada espacio, agrietándolo y destruyéndolo.La idea de utilizar el videojuego como experiencia catártica de tristeza ante el final de una relación se me antoja complicado. El intento no obstante me parece estupendo y más viendo el derroche artístico del que hace gala The End of the World.
Si quieren darle una oportunidad, lo tienen disponible en iOS y Android por más o menos 2€. Les dejo con los enlaces.The End of the WorldThe End of the World