El videojuego lleva demasiado tiempo con pose de adolescente malhumorado que trata de parecer mayor. Asumámoslo, desde que esta industria tomó consciencia de sí misma, la mamarrachez predominante en su primer ciclo ha ido dejando paso a una madurez mal entendida que parece empeñada en demostrar, a base de propuestas muy “serias”, que lo de repartir hostias y tiros o saltar por plataformas físicamente imposibles está completamente justificado. Hemos pasado de fontaneros bigotudos que luchan contra dinosaurios armados con un ejército de tortugas a padres torturados por culpa de los dioses. No sé si esto es bueno o malo, pero de lo que estoy seguro es que es más aburrido. Afortunadamente, nos quedan los minijuegos. Esa solución cajón de sastre en la que todo vale y nada tiene sentido, porque la risa, el desconcierto y la sorpresa deberían ser una serie de máximas que este sector llevara con orgullo y no con vergüenza. Saluden a SUPER 56.
Desarrollado y editado por Onion Soup Interactive, SUPER 56 es una colección de minijuegos, a cada cual más loco, que en la línea del totémico Wario Ware, nos propone embarcarnos en una montaña rusa de emociones inconexas que juegan con nuestra habilidad y capacidad de entender lo que demonios sea que está pasando en pantalla.
Durante un programa de intercambio cultural, te alojarás con los monstruos KRONOS y BRONES, que han ahorrado sus escasos sueldos para comprar el rarísimo juego retro SUPER 56. Lo único es que son malísimos jugando, ¡y necesitan tus habilidades! Ayúdales a alcanzar el rango S antes de que lo haga su SUPER molesto vecino, ¡de lo contrario perderán una apuesta y las cosas se pondrán SUPER feas!
Un solo botón será la herramienta con la que contaremos para superar los cincuenta y seis desafíos que nos propone SUPER 56. Pequeños juegos de muy corta duración que se irán sucediendo uno tras otro hasta que perdamos todas las vidas. Tan sencillo como efectivo. Para articular este universo contaremos con todo tipo de personajes, como por ejemplo el poeta local, que es nada más y nada menos que una camiseta de Grateful Dead poseída que flota sin rumbo. Tendremos multitud de desafíos, tanto permanentes como diarios, y según vayamos subiendo en el ranking mundial, podremos dejar pistas (buenas o malas) a otros jugadores, cambiar las reglas de cada partida o desbloquear multitud de elementos.
SUPER 56 es un soplo de aire fresco que viene a suplir una carencia de este tipo de títulos en PC, cuyo máximo exponente quizás sería la serie McPixel. Además cuenta con un aliado inesperado, pues el auge de dispositivos portátiles para jugar en Windows, con Steam Deck a la cabeza, le puede suponer el empujón necesario para que el formato le quede como anillo al dedo.
¿Lo mejor?, que no tendremos que esperar mucho para verlo en funcionamiento, pues SUPER 56 se encuentra disponible desde hoy mismo para Windows.