Qvo vadis, Metacritic?

Qvo vadis, Metacritic? 2

Metacritic, además de una poderosa herramienta para más o menos saber si tal o cual juego es una mierda, es un generador de opinión. Y uno importante. De hecho, cada día más gente decide mirar las puntuaciones de los juegos ahí antes de decantarse por comprarlos o siquiera probarlos. Está integrado en plataformas como Steam, y ya antes de comprar se nos indica la media que ha obtenido el juego.

¿La crítica? Que los usuarios se van decantando por una valoración cuantitativa de los videojuegos, en vez de “currárselo” y bucear en sus cualidades. Las notas que vemos en la plataforma se obtienen de promediar cientos de análisis de cada título, decidiendo los creadores de la web cuáles son los medios válidos para hacer el promedio (normalmente vinculados al periodismo profesional o “serio” y dejando de lado medios más amateur). Tiene su lógica, ¿no? Al fin y al cabo, los profesionales tienen unas habilidades para emitir juicios críticos por encima de las que podrían tener los no profesionales.

Esto supone dos problemas:

¿Quién vigila al vigilante? ¿Bajo qué criterios es seleccionado un medio para promediar frente a otro? Y, además, por todos es conocida la afición de algunos medios a hinchar notas para contentar a distribuidoras. En esta noticia podemos ver cómo han tenido en algún momento que eliminar magacines por aceptar sobornos de las desarrolladoras para valorar al alza sus videojuegos. Quizá la corrupción no sea algo generalizado, y es cierto que frente a muchas publicaciones la media no se desviará demasiado, pero, cuanto menos, preocupa. En la misma noticia el creador de la web dice que para elegir a una web se basará en “la calidad de los análisis, de la escritura, audiencia y si son respetados por la comunidad gamer (por su reputación de puntuar con integridad)”. No cabe duda de que vigilan las publicaciones y  de que la intención es de las mejores, pero, ¿manejan todos los idiomas? ¿Meterán medios respetados en castellano, francés…?

Los dichosos números. La valoración cuantitativa es del siglo pasado. El usuario la sigue demandando porque es una manera fácil de saber, a primera vista, si algo nos va a interesar. Pero no siempre es acertada. Según Metacritic, Red Faction: Guerrilla es mejor que Borderlands o Darksiders (por poner un ejemplo). ¿Realmente lo es, o es mejor la suma de sus apartados (gráficos, sonido, jugabilidad…)? Además, con esto se acostumbra al consumidor a ser vago y sólo consumir juegos triple A, sin pararse a pensar si hay juegos de peores puntuaciones que puedan aportar a cada jugador algo distinto. Eso sólo podrá saberse con un análisis extenso donde pueda leerse en profundidad la mecánica de cada título. A esos análisis puede accederse a través de Metacritic, sí, pero, ¿cuántos lo hacen frente a los que miran la puntuación y pasan de leer más?

Nadie duda de Metacritic como recurso y de su utilidad, pero desde aquí creemos que es importante saber abstraerse de tanta puntuación y dedicarle algo más de tiempo a examinar si algo nos puede interesar. En Nivel Oculto estamos a favor de una crítica más holística del videojuego que de un desglose paso por paso de cada una de sus características, y eso requiere interés por parte del lector y riesgo por parte del que realiza cada análisis. El mundillo ha avanzado lo suficiente como para sólo seguir pendientes de puntuaciones numéricas.

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