Dragon Age II llegará a las tiendas del 11 de marzo (el 8 si vivimos en EEUU y Canadá). Asusta pensar que un juego tan reciente (es de finales de 2009) ha tenido ya continuación, y desde luego habrá que estar atentos a lo que pueda ser, pero de momento, viene plagada de novedades e incentivos frente al primer juego.
Para empezar, lo más visible: un aspecto gráfico actualizadísimo que ahora hace más justicia a la aventura que estamos por vivir. No es que sea el tope de la generación, pero mejora el que para muchos era el apartado más pobre del primer Dragon Age. Personajes mejor diseñados, un cambio estético en los engendros tenebrosos (ahora parecen más humanos), mejores efectos de luces y muchas más animaciones para los combates.
Dichos combates han sufrido también varios cambios, que a no todo el mundo gustarán. Ahora parecen diseñados más con las consolas en mente, sigue pudiéndose pausar la acción pero se elimina el ataque automático, habiendo que pulsar el botón de ataque para cada acción. Se agilizan más, se añade movimientos de cuerpo a cuerpo para magos y arqueros (mucho más débiles, eso sí) y se simplifican los árboles de habilidades, habiendo menos posibilidades para elegir, aunque con mejor aspecto visual y optimización. El gameplay para cada una de las clases de personaje se diferencia mucho más y el nuevo aspecto gráfico y animaciones consiguen que sean mucho más estéticos. Hay pequeñas mejoras en la IA de los acompañantes, aunque de cuando en cuando siguen actuando como si les gustaran los golpes. Como digo, el cambio hará que odies o ames el nuevo sistema, dependiendo, muy probablemente, de la plataforma en la que hayas jugado a la primera entrega.
Hablando de odios, algo que no gustará a todo el mundo: el personaje sólo puede ser humano. Elegiremos las mismas clases (mago, pícaro y guerrero) pero estamos limitados por la historia a una única raza. Esto borra de un plumazo la muy buena idea de los orígenes, simplificando mucho el inicio del juego, pero también consigue que nos identifiquemos más con el personaje “canónico”: Hawke, “el campeón de Kirkwall”. Dragon Age II nos propone seguir su historia (narrada a modo de flashbacks) a lo largo de 10 años, empezando con su escape de Lothering (cronológicamente en el primer juego) hasta su conversión en una figura importante de la historia de Thedas.
El hecho de decantarse por un único protagonista (que puede ser hombre o mujer) da otras posibilidades que no tenía el primer juego, siendo la primera de ellas la mayor novedad: ¡habla! Ahora nuestro personaje estará completamente doblado y las opciones de diálogo mutan a algo parecido a la rueda de conversaciones de los Mass Effect (incluso trae opción de investigar, para ampliar las preguntas). En este caso no habrá respuestas que resuelvan las cosas automáticamente, y además de las típicas opciones de ser malote o buenecico, se añaden distintas opciones de conversación, como vacilarle a la gente, todo ello representado por distintos simbolitos. Además, se nos permite que algún acompañante participe en las conversaciones preguntándole su opinión, cosa que realmente se echaba en falta.
Respecto a los compañeros, su numero se amplía, al igual que la relación con éstos varía un poco, cambiando la barra de aprecio por una con dos extremos: amigo o rival. En la web del juego han anunciado ya unos cuantos, incluyendo viejos conocidos que no eran precisamente personajes principales en el primero. Si no queréis spoilers, mejor no entréis. Además de eso sabemos que la partida anterior se importará, con las decisiones tomadas, aunque están por ver las consecuencias. Al fin y al cabo la acción fue con otro personaje (el Guardia Gris) y en otro lugar (Ferelden), mientras que casi todo se centrará ahora en las Marcas Libres (al norte, cruzando el mar), y concretamente en la ciudad de Kirkwall. Personalmente, agradezco que hayan decidido mostrarnos otra parte del mundo y no sean tan continuistas, pero apreciaría ver cambios tangibles dependiendo de cómo haya sido la partida en el juego anterior.
Ahora sólo queda que llegue el 11 de marzo para saber si la historia del campeón de Kirkwall merece la pena, y si era necesario continuar al año y medio un juego. Por lo pronto, eso parece.