Ayer se presentó Kinect en España y para celebrarlo Microsoft organizó un encuentro en La Casa Kinect de Madrid que reunió a gente importante (directivos de Microsoft), prensa generalista (había gente de medios populares), prensa especializada como la gente de ZoomNet (por lo visto es un programa de TV), gentuza (Zzzero y yo) y por supuesto la estrella invitada, Kudo Tsunoda.
Seamos honestos, Kudo no nos cae bien. Ya sea porque nos recuerda al inefable Risto, por algunas de sus declaraciones o por nuestra clásica antipatía random. El caso es que acudimos a la Casa Kinect sobre todo por los canapés y con la esperanza de poder amaestrar a uno de los animales de Kinectimals y convertirlo en un psicokiller.
La cosa empezó puntual (se agradece) y pronto salió el bueno de Kudo a escena. Bastaron un par de minutos para comprobar que el Kudo que teníamos delante nos caía bien, aún con sus gafas. En todo momento se mostró majete, no dijo nada fuera de guión (Kinect es el futuro bla, bla, bla…) y demostró ser un tipo agradable cuando compartió una partida partida a Kinect Adventures con una señorita que había sido la primera en comprar Kinect en España.
Todo ello duró poco mas de 20 minutos, dejandonos una buena sensación y un poco decepcionados porque esperábamos alguna declaración tipo “He revolucionado la historia de la humanidad”. Pronto se nos pasó la decepción puesto que volvimos a tener suministro de alcohol y por allí aparecieron Mayúmana para aporrear cajas y hacer ruido,
Posteriormente tuvimos un rato para intentar probar o re-probar alguno de los títulos de lanzamiento. Para mi fue la mejor parte del evento. Apenas pudimos jugar a ninguno, puesto que un grupo de gente entrada en edad y con pinta de mandar o no, copó por completo cada uno de los juegos, dando una lamentable muestra de egoísmo y desprecio hacia todos los demás que estábamos por allí (que no éramos pocos). Ver a estos tipos con una copa de vino en una mano intentando jugar con la mano libre a Kinectimals resultó algo digno de presenciar, mezclando lo dantesco y lo divertido en un solo momento irrepetible.
Eso fue todo en la llegada a España de Kinect. Ahora falta por ver como van las ventas, que tal funciona en nuestros pequeños apartamentos y si esto pasa de ser una tecnología divertida a un sistema nuevo de juegos.