Gameinformer ha publicado en su web tres nuevas capturas de Bioshock Infinite.
En ellas podemos contemplar las calles abiertas de Columbia, que contrastan claramente con el ambiente opresivo y claustrofóbico de Rapture. Los creadores definieron en su día la estética de Rapture como “año nuevo de 1959”, en esta ocasión lo definen Columbia como “Cuatro de Julio de 1912”.
En las imágenes podemos ver tres momentos claramente diferenciados. La primera corresponde a un idílico jardin en la que observamos un cartel electoral de claro corte conservador donde reza “Protege todo lo que tienes con Salston Tall”, con la cara del candidato envuelta en la bandera americana.
La segunda nos lleva a un vendedor de periódicos en cuya portada de los mismo aparece el final de la guerra contra los anarquistas.
En la última, quizá la mas espectacular, podemos apreciar en toda su magnitud al nuevo ‘Big Daddy‘, que en esta ocasión se llamará ‘HandyMan‘ y que recuerda poderosamente a un forzudo de circo de principios de siglo con estética steampunk.
Queda claro (aunque era fácil de suponer) que el componente político, ideólogico y estético sigue siendo la piedra angular sobre la que se sustenta la ambientación de la saga. Cosa que es de agradecer puesto que no es demasiado habitual en este mundillo.
Habría que analizar -y que coño, quizá lo hagamos- la abismal diferencia que existe entre esta propuesta argumental y la de la mayoría de títulos actuales. Creo firmemente que si la industria pretende quitarse el San Benito de “matamarcianos” o “para niños” debe ahondar de manera adulta no solo en la violencia o el sexo, sino en propuestas que exijan cierto conocimiento por parte del jugador para poder ser disfrutadas a distintos niveles.