Hace ya tiempo desde que nuestro buen doctor Alemán nos hablara sobre Mooncrest. Un juego en un universo ficticio, donde grandes genios salidos de la mítica D&D y también de Bioware en sus reconocidos títulos trabajaban unidos para ofrecernos una aventura diferente. Su protagonista, Sera, fue erigida sobre las firmas convicciones que la conviertían en paladín…… y encontraríamos allí el debido choque de realidad cuando se adentra en el mundo. Es entonces cuando nosotros tomamos parte en la ecuación y descubrimos una maravillosa trama que nos descubrirá la ciudad de Mooncrest, su escenario, con una visión idílica del mismo que se fragmenta. Buenas historias escondidas en ese trasfondo, además del placer de explorar Mooncrest, ¿no es así?Acercándose a finales de agosto, hablaban de nuevo sobre Mooncrest y de la cancelación de su campaña de crowdfunding en Kickstarter. Lo que pasaría si la iniciativa fallaba no estaba del todo claro en ellos. No estaba todo perdido, decían, y querían a pesar de la cancelación ofrecer a sus seguidores una versión jugable del título. No era un mal objetivo, después de todo. Pero el 7 de octubre volvían a hablar sobre el proyecto: KnightMayor no está muerta como compañía, pero Mooncrest sí queda en pausa indefinida… quedando sus integrantes a continuar sus caminos allá donde decidan hacerlo.
Sin duda algo que lamentar: el hecho de que un creativo no consiga alcanzar sus metas y deba abandonar algo en lo que muchos ya creían. Pero nos puede ayudar a tomar tierra, a poner los pies en el suelo. No diré que KnightMayor ha actuado de forma imprudente o a lo loco. Solo ellos pueden saber sus motivos y sus actos. Por este caso podemos utilizarlo para pararnos a pensar.
¿Y por qué empezamos una campaña de crowdfunding? Entremos en situación y pensemos como creativos con un proyecto entre manos, algo que se nos viene grande a nivel económico y necesitamos tomar una decisión. Una campaña de crowdfunding puede ser una opción, pero hay que observar el mercado. Estamos atestados de campañas por todas partes que no tienen éxito, incluso algunas que resultan ser un fraude. Estás en mitad de una reflexión importante, vital para tu vida si es tu profesión y tu proyecto como estamos viendo, que deberías pensar bien antes de lanzarte.No es solo presentar la idea, sino también convencer a otros, trabajar lo suficiente como para que semejante proyecto sea asequible, realista y sobre todo creíble para todo aquel que vaya a confiarte su dinero.
El ejemplo de otras muchas campañas de crowdfunding no siempre con buen final (Mansion Lord (Golgom Games), Shining Empire (Arcade County LLC), The Stomping Land (Alex Fundora), Unsung Story (Playdek)… y así hasta demasiados títulos), lleva a los creativos a demostrar constantemente que están trabajando, además de que de por sí conlleva tal creación. Mantener las redes sociales, la campaña de marketing, proyecto en desarrollo en diferentes fases y asignaciones, además de vida personal, lidiar con detractores del proyecto, recompensas además, constantes actualizaciones, mantener una imagen de marca…
Todos estos son requisitos y seguro que por aquello de mi inexperiencia en proyectos de tal envergadura me dejo algo igual de importante que los otros elementos mencionados.¿Con todo esto qué quiero decir?… que tienes casi todas las de perder, no por tu proyecto y sus dimensiones, sino porque hay muchos factores adversos que requieren trabajo constante y que necesitas mantener para mantener tu proyecto con vida por las necesidades económicas que este tiene. Sé que es duro plantear un abismo tal como es que una campaña que dará vida y alimento a tu proyecto, de cualquier materia o ámbito, fracase. Da miedo. Pero es, además de ser realista, necesario para todos los implicados y el mismo proyecto.
Con esto no quiero hacer burla sobre KnightMayor ni tampoco elevarme a una posición desde la cual decir “normal que pasara”. No puedo, no quiero y no debo hacerlo por respeto. Pero lo que sí quiero es invitar a la reflexión. Porque nuestros proyectos, sean un videojuego, un libro, un cómic… bien merecen una planificación. Una reflexión, consideración, miras hacia el futuro.
¿Quieres lanzarte? Investiga, busca, pregunta, nútrete de la experiencia de otros que ya han recorrido el camino. Nuestros sueños merecen un poco de realidad para poder tocarlos. Entonces… ¿con qué sueñas tú?