Descender por una montaña a lomos de tu BMX suena como un anuncio de coches de 2017. Una suerte de concepto idealizado e irrealizable. Una foto de instagram que después introduces en el maletero hasta el siguiente fin de semana. Lonely Mountains: Downhill ha sabido captar bien este concepto, pues su título no tira (únicamente) hacia la competición, sino que se aferra a la foto, a la idílica postal de libertad, naturaleza e individualismo. Funciona, claro, cómo no iba a funcionar con ese estupendo low-poly y la deliciosa animación del ciclista.
Megagon Industries, que por cierto tiene nombre de corporación dispuesta a acabar con todo lo que amas, lleva paseando Lonely Mountains el suficiente tiempo como para que por aquí nos hayamos hecho eco de él un par de veces. Su desarrollo no ha sido sencillo. La combinación de arcade y senderismo ha dado más de un quebradero de cabeza a sus desarrolladores, quienes ahora aseguran tener varias montañas diseñadas que permitirán combinar ambos elementos y que incluyen incluso campamentos y secretos siempre que nos alejemos de las rutas tradicionales.Viendo el gameplay de Lonely Mountains: Downhill no sé si llego a entender del todo alguna de sus mecánicas. La sola disposición de la cámara ya me parece un elemento que no logro situar. Tampoco es que importe demasiado. La belleza de sus escenarios lo envuelve todo bajo un manto de amor por la naturaleza que no sé si no me deja ver el bosque, pero creo que me da igual. No sé lo que es descender por una montaña a bordo de una bicicleta, pero imagino frío, bichos en la boca, barro y un viaje bastante cansado hasta llegar a la cima. Megagon Industries me promete una sensación filtrada y acomodada a mis necesidades de urbanita occidental y eso me vale.
Lonely Mountains: Downhill necesita unos más que aceptables 35.000€ para llegar a la meta de su campaña en Kickstarter. La contribución mínima para llevarse una copia digital a casa en Windows, Mac o Linux es de 15€.Página Oficial