Mi mirada recelosa hacia la VR viene de muy lejos. No tanto por la tecnología en sí, a la que por supuesto le veo mil posibilidades, sino por el empeño de buena parte del desarrollo para la misma empeñado en intentar replicar los mismos parámetros que juegos en formato clásico. Afortunadamente, el tiempo ha ido haciendo su pequeña criba y los usuarios parecen haberse decantado por el formato “experiencia” antes que por aquel que simplemente se dedica a trasladar lo que ya conocemos. En esta dirección parece moverse Highline, una especie de simulador de slackline que nos traslada a un universo onírico que tendremos que atravesar manteniendo el equilibrio y nervios de acero.
Desarrollado por el estudio madrileño Monteperdido, Highline es su segundo proyecto comercial tras el interesantísimo Vanishing Grace. En este nuevo título encarnamos a Olivia, una slackliner profesional que estaba a punto de batir el récord mundial cuando ocurre un terrible accidente. Olivia despertará en una suerte de Limbo en el que tendrá que utilizar sus mejores habilidades para conseguir avanzar a través de él.
Como algunos sabrán, dentro del equipo de Monteperdido se encuentra Alejandro Cáceres, nuestro director del Podcast, así que no me voy a andar por las ramas al afirmar que Highline es EL MEJOR JUEGO JAMÁS CREADO PARA VR. Vale, quizás me he pasado, pero comprenderán que le tenga un mayor cariño que a otros títulos. Lo cierto, y más allá de compañerismo, es que el concepto me parece muy interesante y encaja con aquello que mejor ha calado dentro de los juegos destinados a VR. La idea de aprovechar dos elementos tan jugosos como altura y equilibrio resulta francamente atractiva, y la capa narrativa que parece recorrer el título puede crear la capa de cohesión con el jugador como para no quedarse únicamente en el meme de esa persona que se asusta cuando cree caer por un acantilado.
Si quieren probarlo, tienen disponible la demo de Highline aquí. Si tienen dudas de su funcionamiento, aquí les dejo con un vídeo de alguien que lo probó y ha tenido muy buenas sensaciones.