HANÁLISIS: FIFA 13

HANÁLISIS: FIFA 13 3

El año pasado hablamos brevemente de FIFA 12 para quejarnos de su control cada día más realista. Este año ni siquiera haremos eso. Tened en cuenta que es escribir un post por año sobre una saga de fútbol en la que Kaká sigue teniendo un 85 en valoración global, y al final esas cosas acaban por comerse la moral del más valiente. Por tanto, sólo os dejaremos nuestro HANALISIS para la ocasión, gloriando las cosas más bonitas de este año. De nada.

No es éste lugar para discutir si es mejor que PRO 13. Claro que lo es, ¿vives en la Alta Edad Media? Si eso es así y estás leyendo esta página web, te felicito. Eres la primera persona capaz de viajar al futuro. Sin embargo, la risita tonta te va a durar poco porque en nada llegará la Santa Inquisición a tu casa a comentarte un temilla. Ahora, si vives en 2012, no hará falta que te explique los numerosos porqués que hacen que FIFA 13 viole a PRO 13 y haga a su familia mirar el vídeo. Por no añadir que los jugadores asiduos al primero tienen un pene de mayor tamaño.

Para este año, EA Sports apuestan por muy pocos añadidos, y todos destinados a joderte la vida. Por un lado mejora más aún el motor de colisiones, que hace que un delantero flojo de fuerza no se vaya en su vida ni de una defensa que incluya a Mascherano y Song. Por otra parte, se le da más imprecisión a los pases, haciendo que cualquier partido parezca un Inter de Milán – Chelsea en el que el objetivo es que la pelota la tenga el otro porque quema y es de homosexuales engominados el saber manejarla.

Lo complementan algunos añadidos en el modo carrera, que hacen que se asemeje a un «modo historia», tanto para el entrenador como para el jugador, incluyendo el llamamiento de selecciones y haciendo que el sueño de cualquier amante del fútbol, que es entrenar a poderosas selecciones como Egipto o Australia, esté al alcance. También hay un modo de juego en el que tenemos una flor en el culo y podremos ser seleccionador de España, pero vendrá más tarde como DLC.

Por poner un fallo, el nuevo sistema de controles (completísimo) que nos permite orientar el balón, regatear con un control, o lo que nos dé la gana, no es tan interesante como podría haber sido un modo de juego en el que debas hacer feliz a Cristiano Ronaldo.

Sodomitas en la hierba

Sin embargo, todas estas cosas compensan al amante del buen fútbol, que lleva tiempo deseando encontrarlas en un acertadísimo simulador. Ahora, es el plano emocional, lo que no se ve, sino se siente, lo que hace más hermoso aún a FIFA 13.

Por un lado, FIFA 13 es un tierno alegato hacia los derechos de los homosexuales y a favor de su visibilidad en los equipos de fútbol. Hay que jugar mucho para descubrirlo, pero una vez aparecen las primeras escenas en favor de la visibilidad gay no dejaremos de verlas. Así, podremos acabar teniendo un gol en propia puerta porque nuestro portero se enreda entre los poderosos brazos de Gary Medel, y el Cata Díaz (masculino pero sensible), preso de los celos, embiste con rabia el balón hacia su propia portería en vez de despejar. La complicidad en el verde se irá repitiendo, con delanteros que, oh coquetos, tropiezan sobre un defensa dando varias traviesas vueltas de campana. Brazo con brazo y pierna con pierna. En esta tesitura se mostraba también FIFA 12 (donde el más vicioso era siempre el portero), pero el nuevo motor de colisiones favorece el roce y ya sabemos que el roce acaba haciendo el cariño.

Por otra parte, FIFA 13 es un poderoso ensayo a favor de la unidad de España y en contra del catalanismo. ¿Por qué? Porque este año no sale el Camp Nou, esa sede de viles rompespañas que sólo quieren dinero y hablan así como raro. ¿Que pretendes hacer una consulta soberanista, dices? ¿Que vas a sacar la senyera? NO SERÁ EN FIFA 13, rufián. En FIFA 13 somos hombres de pelo en pecho, de Marca y carajillo por la mañana, y nos dejamos de tonterías separatistas. Ese anticatalanismo también lo podemos encontrar en la ausencia de un botón de «Villarato» y en la imposibilidad de que arbitre gente como Iturralde o el ahora culé Mateu Lahoz. ¡Si hasta el modo de repeticiones se llama «TEATRO DE REPETICIONES»!

En un mundo plagado de corporaciones que sólo quieren tu dinero y nada más, EA se mojan. Dan su opinión sobre la actualidad española, luchan por los derechos de los gays (nada representados en este deporte, cuando no despreciados) y de paso se dan el gustazo de poner al separatismo en su sitio.

Si eso no es motivo para comprarse un videojuego, vosotros me diréis cuál debe ser.

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