Quien aquí escribe es una persona VIEJA. Alguien que ya tiene que ir mirándose la próstata y que a pesar de que intenta mantenerse al día, el mundo me parece cada día más extraño y escalofriante (parafraseando al abuelo Simpson). Entre las muchas cosas inquietantes, la tecnología es sin duda una de las más importantes. Sentir que pierdes ese tren es una mala sensación, pero todavía es peor cuando no acabas de comprender el impacto que alguna tecnología está provocando a tu alrededor. De esto, de gestionar una empresa y de ver cómo lo que haces repercute en tu clientela, va Flat Eye.
Desarrollado por Monkey Moon (Night Call) y editado por Raw Fury, Flat Eye nos propone una mezcla de gestión y narrativa a través de nuestro trabajo como gerente del principal centro tecnológico y combustible del mundo. Nuestra misión será que el local vaya como la seda, superando objetivos diarios asignados por la primera I.A. real y desarrollar nuevas tecnologías para mejorar (o condenar) el futuro de la humanidad.
En lo que bien podría ser un estupendo capítulo de Black Mirror, Flat Eye configura un futuro en el que las máquinas expendedoras de órganos, los vientres artificiales, las cabinas de clonación o la modificación de recuerdos son parte de nuestro consumo diario. Tendremos por tanto que disponer los diferentes elementos dentro de nuestra tienda para que los clientes disfruten de la visita, así como seleccionar la mejor tecnología con el fin de conseguir clientes VIP que terminen atrayendo a las masas.
El diseño elegido para Flat Eye, con espacios pulcros y clientes sin facciones, sirve como representación de lo que significamos para cualquier empresa. Esta masa uniforme obtendrá una representación más real cuando nos acerquemos a ella y comprobemos el uso que están haciendo de nuestra tecnología y cómo afecta a sus vidas. Una mezcla más que interesante que a juzgar por las primeras reseñas está funcionando a las mil maravillas.
Flat Eye se encuentra disponible desde el pasado 14 de noviembre para Windows y macOS.