Pocas cosas, a priori, deberían de dar más mal rollo que un submarino. Al fin y al cabo hablamos de una lata de conservas glorificada que avanza bajo el mar, un lugar pequeño y cerrado del que, evidentemente, no se puede salir, rodeado de una masa de agua que si no te ahoga te matará por la presión. Y claro, tras la pobre gente del Kursk es imposible no acordarse de ello. Por todo ello a mí me sigue sorprendiendo que alguien se meta voluntariamente en esa movida, y por eso me parece obvio que cualquier intento de crear una obra de terror va a funcionar excesivamente bien ahí, ¿no creen?
Dan Sanderson, el creador de First Winter, imagino que piensa de manera similar a mí. Y no contento con hacer uso de la propia claustrofobia que favorece el escenario, incluye otra variable en la ecuación: el horror nuclear de la Guerra Fría. Porque el submarino en el que estamos atrapados ha aparecido cerca de la costa de Estados Unidos y no se sabe si lleva armas nucleares, mientras que la URSS argumenta que está haciendo ejercicios de entrenamiento en aguas internacionales. ¿El problema real? Que dentro hay un infierno sobrenatural y cambiante que se ha desatado y contra el que tendremos que luchar para evitar un apocalipsis atómico.First Winter es una obra corta, con su ambiente y puzles, que está previsto que nos terminemos de una sola sentada para amplificar la plétora de emociones que nos arroja a la cara. Es, además, una suerte de versión extendida del microjuego Pacific, que ya llegó a muchísima gente tras ser expuesto por varios Youtubers y acabar apareciendo en medios como Waypoint.
Y, sobre todo, da un mal rollo de narices con ese cóctel tan terrible. Desde ya lo tienen disponible para PC y Mac a un precio de risa, si es que quieren someterse a él.Página Oficial
