¿Puede un título en apenas cinco minutos hacernos reflexionar sobre los objetivos de los videojuegos, los finales felices y la aceptación de la derrota como medio para obtener la victoria?
Don’t Kill the Cow, desarrollado por Seemingly Pointless, esconde tras su acabado pixelado una inteligente crítica acerca de nuestra forma de percibir el videojuego. La premisa básica la tienes en el título: “No mates a la vaca”, sin embargo todo lo que acontece en su desarrollo nos pone en el dilema moral de cumplir dicho objetivo. ¿Una pantalla final que nos felicite por nuestra “victoria” es suficiente cómo para olvidar lo que hemos tenido que hacer para conseguirla?1
Es imposible seguir hablando de Don’t Kill the Cow sin reventar el juego a spoilers, así que os recomiendo que si tenéis cinco minutillos os paséis por su página oficial o directamente lo descarguéis en el siguiente enlace.
VÍA: Indie Game Magazine
1 Lo cual me recuerda a una de las mejores escenas de Rompe Ralph