Los fines de semana nos quitamos la gorra Nivel Oculto y os hablamos de cualquier tema que nos interese. En este caso os hablaré de Linux, ese sistema operativo que no es ni mac ni windows, y que siempre se asocia a frikis (expertos en algún tema) informáticos y gente de mal vivir, de este último punto se ha encargado muy bien el cine. ¿Y por qué os interesa linux? os preguntaréis vosotros jugadores de títulos triple A, y que desde que conocéis un ordenador sólo habéis usado Windows, con sus mensajes de sistema, actualizaciones recomendadas, su internet explorer, antivirus, firewalls y todo eso necesario para poder salir a internet con tranquilidad. Pues a vosotros deciros que existen algunas alternativas a la ventana de Windows y la manzana de apple (valga la redundancia) y una de esas alternativas es Linux.
Para iniciarse en Linux hay que estar dispuesto a querer entender otra forma de manejar un ordenador. Eso quiere decir que hay personas que cuando leen la palabra partición o ven que el menú de programas está arriba ya se llevan las manos a la cabeza. No pasa nada, sencillamente Linux no es para vosotros, Microsoft ha hecho un buen trabajo sobre todo con Windows 7 y no es mi intención desmerecerlo.
Un usuario de Windows únicamente conoce un entorno gráfico, en Linux hay bastantes más opciones. ¿Eso que quiere decir?, pues que si consideráis que el máximo nivel de personalización de Windows se alcanza con aplicaciones de terceros, en Linux vosotros podéis elegir: Gnome, KDE, XFCE son los entornos más comunes, y dentro de cada entorno, el nivel de personalización que se puede alcanzar sirve para que cada usuario pueda sentirse lo más cómodo posible, optimizando los recursos de sistema.
Drivers… “vaya, pues yo tenía una impresora y ya no hay driver para Windows 7, Windows me dice que tengo que comprarme otra más moderna…”. Una de los aspectos que más llama la atención en Linux es que para la mayoría de impresoras, cámaras web, tarjetas de video, de tv, etc… sólo tendréis que conectarlos, no importa lo antiguos que sean. Con un portátil por ejemplo, después de terminar la instalación sencillamente funciona, excepto en algún caso.
¿Sois de los adictos al Office?, es posible instalar Office en Linux. Aunque para lo básico tenéis Libre Office, Microsoft Office es quizá la mejor suite de aplicaciones de Microsoft, y es realmente insuperable. ¿y como grabo CDs dios santo?, se puede muy fácilmente y además sin instalar nada, aunque existen varias opciones muy buenas en este sentido, como k3b. ¿Winrar?, pues si, existe un programa que centraliza todos los posibles formatos de compresión en una misma aplicación. ¿Ver películas?, pues claro, ¿Programas de descarga? de todo tipo… por opciones no es desde luego.
¿Antivirus, firewall, y demás historias?… Linux no es tan popular como Windows, por tanto no es cool desarrollar virus para Linux porque únicamente afectará a unos pocos usuarios. Por eso, no es necesario instalar antivirus en Linux, aunque es posible si se desea. En cuanto a Firewall, muchos amantes de Linux y Unix dirán que es mucho más potente y versátil que los sistemas de Microsoft, y menos vulnerable… yo os diré que es sencillamente efectivo, y que la base de cualquier aplicación de firewall en Linux es iptables, y tanto en modo texto o con algún gui (interfaz de usuario) podremos hacer todo lo que se nos ocurra.
¿Y si incluso con todas estas opciones existen aplicaciones que no pueda ejecutar en Linux?, bien pues en este caso extremo tenéis algo maravilloso que se llama virtualización. Se trata de un programa que es capaz de ejecutar otros sistemas operativos, por tanto, podremos tener un Windows dentro de Linux, y en ese Windows instalar todas las aplicaciones Windows que quiera.
¿Cuál entonces es una principal barrera para usar Linux, y más en el tema que nos ocupa casi todo el tiempo que empleamos en este blog?, Los juegos. La mayoría de los AAA no tienen versión para Linux, y si queremos jugarlos tenemos dos opciones: o tenemos una consola, o Windows, y para que no se enfaden los de Mac, si, también hay bastantes para Mac y más ahora con Steam Play (juegos compatibles con Windows y Mac). Pero ahí están los juegos indies y nuestro Humble Indie Bundle, que nos permite disfrutar de auténticas obras nativamente en Linux y sin ningún problema. Esta misma semana probé la versión Linux de Braid y me quedé muy contento al ver que se ejecutaba a la perfección. Esto no es ninguna tontería si pensáis en la enorme cantidad de juegos de calidad con mecánicas inteligentes que tienen a estar disponibles en todos los sistemas operativos, y gracias a gente como bitbatallion, o las redes sociales, incluso desde el propio navegador.
A muchos nos encantaría deshacernos completamente de Windows y quedarnos sólo con Linux. De momento, aunque empresas como Canonical han trabajado mucho para que cada vez sean más las personas que utilicen Linux como sistema operativo para el escritorio, quedan aún barreras importantes: la necesidad de reeducación del usuario (que tan bien hace apple por cierto), los juegos (esperemos que Steam se lance como Desura, y el cloud gaming), y la falta de compatibilidad de algunas aplicaciones comerciales (a pesar de la existencia de muy buenas alternativas).
Durante unos meses estuve utilizando OS X, el sistema operativo de Apple. La experiencia de usuario es expectacular. Sin querer entrar en detalles, para mi la experiencia con Linux, concretamente ubuntu con Gnome, me parece muy similar (sin tener en cuenta el hardware ni la pantalla), salvando las distancias. Los usuarios de PC, se han acostumbrado a que Windows y PC sean sinónimos, asumen todos los problemas que puedan tener, por eso cuando alguien que viene de Windows va a Mac (porque mola) se da cuenta de todo el tiempo que ha estado perdiendo… y como Mac mola tanto, el proceso de reeducación es mucho más suave. Linux no es tan diferente de esa experiencia, pero requiere más esfuerzo de adopción por parte del usuario.
Lo más importante para mi en los sistemas Linux es que tenemos la posibilidad de elegir siempre, y es un sistema que no trata al usuario como un ente imbécil. Os invito a probarlo.