El planeta Tierra se va a la mierda. Esto no debería sonarles a nuevo a poco que presten atención a lo que está pasando fuera del mundo del videojuego y a nuestra propia ceguera climática, pero ahora sólo estamos hablando en sentido figurado. Por tanto, el planeta se va a la mierda, pero también en la ficción. Lo hemos visto en un montón de videojuegos post-apocalípticos, pero lo cierto es que no vemos tanto el proceso como el resultado, las consecuencias de vivir en la basurita de mundo que queda. Ahora imagínense que son testigos del proceso, como les propone Desert Child, ¿no harían lo que fuera con tal de librarse del cataclismo?
Básicamente de eso va la obra de Oscar Brittain: sabemos que la Tierra va a reventar de un momento a otro pero somos pobres, sin la lujosa escapatoria de la huida a Marte que van a tener los más ricos. ¿O no? Aún tenemos la alternativa de ganar el Grand Prix y conseguir el dinero suficiente para pirarnos y hacerle un corte de mangas a nuestro antiguo hogar desde el espacio, viendo cómo otro se queda allí a disfrutar del espectáculo. En palabras de mi compañero Juanma:Entregarás pizzas, recolectarás partes de armas, buscarás botines y conseguirás seguidores en el camino. Entre las carreras, explorarás ciudades coloridas donde puedes reparar y mejorar la moto, disfrutar de la cocina local y combatir con gánsters, cazarrecompensas y otros personajes. ¡Todo sea por comer bien y que la moto funcione!Me gusta el cruce que hay aquí de géneros, la combinación de juego de rol, life-sim y título de carreras, pero sobre todo me gusta que hable de cosas que ya todos conocemos. Por un lado el desastre climático al que estamos abocados y que nadie pretende ya parar, y por el otro ese futuro en el que hay motos molonas pero más precariedad que nunca.
A falta de ver cómo funciona la intersección de todo esto, ya lo tienen disponible para PC, Mac, Linux, PS4, ONE y Switch; y no me sorprendería encontrarme con una crítica por aquí en breve.Página Oficial