Desde que en Nivel Oculto nos enteramos de que existía Oculus Rift, no hemos podido evitar interesarnos en gran medida por su relación con los desarrollos independientes, y por representar un intento por innovar, aunque dentro de una tecnología que parece que vuelve cíclicamente y sobre la que muchos tienen dudas fundadas. Hemos reflexionado sobre ello y sobre su relación con los juegos independientes en IGN, con una conclusión muy positiva. Con ese mismo espíritu recibimos la noticia de un nuevo paso por parte de Oculus hacia el mercado general, en otro salto casi del mismo tamaño que el anterior (Oculus Rift Dev Kit 2), con un nombre clave nuevo, Crescent Bay, que se dió a conocer a través del primer evento para desarrolladores, Oculus Connect, retransmitido a través de TwitchTV.
El cambio principal que tiene Crescent Bay respecto a su predecesor es su seguimiento de 360 grados, y la incorporación de cascos de alta calidad con tecnología 3D que pueden cambiarse fácilmente. Su diseño dicen es ya muy cercano al que podríamos tener en las tiendas algún día, con un menor peso, mayor tasa de refresco de imagen, y mayor ergonomía. La demo de realidad virtual que presentaron está hecha con el Unreal Engine y Unity ya anunció que soportará Oculus en sus versiones de pago y gratuita. Si queréis tener fe, algo que por aquí no nos gusta demasiado (buscar nuestra antigua sección por poder podría), creed si queréis que durante este año comprar Oculus Rift será tan sencillo como ir a una tienda y comprarlo al precio de 200 – 400 €.
Esto a mi me pone especialmente contento, porque están haciendo las cosas muy bien (trabajando en el prototipo final, creando comunidad de desarrolladores, generando awareness sobre la tecnología VR, utilidades fuera de la industria del videojuego…), pero todavía no hemos terminado. The Oculus Marketplace será un lugar donde todos los desarrolladores de juegos, experiencias, o aplicaciones podrán publicar sus desarrollos, como en cualquier otro Market, donde el objetivo será ofrecer una forma de ganar dinero, y aunar en una única plataforma todo el software para Oculus Rift. Estará disponible en las principales plataformas, Windows, Mac, Android, iOS, aunque este último, seguramente debido a las limitaciones de Apple no podrá adquirirse software, aunque sí podría servir de red social para Oculus. El AppStore y el iPhone de la realidad virtual.
Dicho todo esto, personalmente me preocupa que el precio sea una barrera para que el consumidor final acceda a todo este ecosistema, salvo que por su envergadura se convierta en algo más, en LA FORMA de experimentar la tecnología de forma independiente a las plataformas, y que comprar un Oculus Rift represente el salto de la cuarta pared.