Hubo un tiempo queridos niños en el que la utilización de elementos ajenos al desarrollo clásico de videojuegos se empezó a colar dentro de la industria. Eran los locos 90 y aquello era un no parar. Lo mismo se digitalizaban escenarios y protagonistas para ofrecer una aventura en la línea de Phantasmagoria o Darkseed, que se creaban figuras arcillosas a lo Neverhood. El grunge nos dejó a todos algo desorientados y por ahí salió la creatividad artística de los desarrolladores. Con el tiempo este tipo de tendencias fue disminuyendo pero como bien demuestra este The Blue Flamingo, no han desaparecido.
Destacar a estas alturas el desarrollo nórdico como uno de los grandes impulsores de la creatividad europea suena a repetición. Será por el frío, por las pocas horas de luz o POR UN SISTEMA EDUCATIVO ENVIDIABLE, pero lo cierto es que actualmente son el referente continental a lo que desarrollo independiente se refiere. Might and Delight, autores de la saga Shelter, se han embarcado en un experimento que suena a experimento propio, a una semana de diversión llena de risas, cerveza y maquetas, muchas maquetas. The Blue Flamingo es un shmup de toda la vida, vista cenital, naves, disparos, power-ups y todas esas cosas que conocemos desde siempre. La novedad es que está realizado esclusivamente con maquetas que han sido digitalizadas y trasladadas posteriormente al juego. Este es el resultado.Comparar el acabado de The Blue Flamingo con el de un título tradicional me parece tan disparatado como comparar Toy Story con La Novia Cadaver. Son cosas distintas enfocadas desde un punto de vista completamente diferente que exigen un acercamiento singularizado. El problema en este caso es que la propuesta artística acabe fagocitando todo lo demás, pero para eso hay que probar el juego, cosa que por otra parte podemos hacer ya mismo puesto que se encuentra disponible por cinco euritos. A veces hay que tener fe.The Blue FlamingoThe Blue Flamingo